Harry el Sucio (1971). Película Clint Eastwood

Martin Cid Magazine
Harry el Sucio (1971)

Harry el Sucio es una película protagonizada por Clint Eastwood y dirigida por Don Siegel.

Uno de los clásicos del cine policíaco que marcó una época, influencia absoluta y total del género: Harry el Sucio (Dirty Harry), una obra que ha terminado por enevejecer de ser tan imitiada. Eso sí, la original se sigue disfrutando y, con cierta perspectiva, una obra seminal que marca un antes y un después en la Historia del Cine.

Argumento

Un asesino conocido como Escorpión chantajea a la ciudad de San Francisco con matar a un hombre por día si no se le entregan 100.000 dólares. El inspector Harry Callahan se encarga del caso.

Harry el Sucio (1971)
Harry el Sucio (1971)

Crítica a Harry el Sucio

Tal vez sea la cinta que más tópicos ha sugerido de entre nuestro imaginario colectivo: el sentido del humor, lo del psicópata y, sobre todo, el protagonista, ocn un Clint Eastwood que nunca ganaría un Oscar (al menos de actor) gracias a papeles como éste, que no le permitían levantar una ceja y así representar en aquellos años 70 lo que debía ser un hombre: un tío sin emoción, duro y paradigma de lo masculino.

Todo eso y mucho más es Harry el Sucio: una peli que también en cierta manera representa en una sola cinta lo más recordado de los años 70, con esa estética televisiva, el abuso del zoom, la banda sonora estridente a veces… sí, quizá ya pasadas de moda pero que resultaron muy novedosas en su día. Aporta también un ritmo frenético a la trama muy alejada de las cintas de John Houston, que eran otra cosa si se la compara con La Jungla del Asfalto (también en la misma línea argumental).

Harry el Sucio bebe de Philip Marlow en la forma de tomar el personaje principal, lo mismo que él bebía de otro hasta llegar a este Callahan que para la época representó “lo más”. La cinta en su época fue rompedora, mostraba lo que nadie se atrevía por aquel entonces y una violencia inusual que desató polémicas y también una legión de admiradores y, claro está, un evidente impacto en taquilla.

Vamos, un éxito sin precedentes que convirtió a Clint Eastwood en una estrella (los Spaghetti Western no fueron alabados hasta algún tiempo después).

Una cinta en la que cada fotograma es un clásico y se ha convertido en un clásico sin aspirar en ningún momento a serlo, y es que es casi Serie B (bueno, en este género se han superado a sí mismos, ahora sería una superproducción casi de arte y ensayo).

Les salió una cinta genial en la que recordamos cada secuencia y cada vez que abre la bocaza este Harry Callahan tiene una frase memorable en plan chascarrillo (otra vez, tan imitados en los ochenta por los personajes, entre otros, de Bruce Willis).

Pues nada, ésta es Harry el Sucio, una cinta que envejece pero que nos gusta recordar y que, seguro, podréis disfrutar seguro.

Junto con las virtudes que tiene (y muchas) posee también el mayor pecado de todos: se vale de todo lo que puede para buscar el éxito de público.

Mal no les salió, seamos sincero.

Nuestra Opinión

La semilla de mucho, interesante hoy en día casi como dumento histórico en plan El Código Hamurabi.

Todas las pelis de policías posteriores le deben tributo.

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