Horizonte Final (Event Horizon) es una película dirigida por Paul W.S. Anderson sobre un guion de Philip Eisner protagonizada por Laurence Fishburne, Sam Neill y Kathleen Quinlan
Horizonte Final es una muy buena cinta de terror espacial que nos lleva a los confines a través de un agujero negro artificial y una nave que ha venido desde otra dimensión.
Muy buena cinta que, sin embargo, ha envejecido con eso de los efectos especiales (vaya como han mejorado).
Argumento
Una nave va al rescate de otra. A bordo de la de rescate va el doctor Weir, diseñador de la primera nave en cuyo interior se diseño un agujero negro que llevó a la nave a otra dimensión, rompiendo las fronteras del espacio-tiempo.
Crítica
Muy buena cinta aunque ha pasado el tiempo y la ciencia ficción, y sobre todo los ordenadores, han hecho que los decorados hoy en día nos parezcan de cartón-piedra. En su día tuvo buenos efectos, pero hoy, vista ya veinte años después, se nos hacen casi ridículos.
Pero hablando exclusivamente de cine, la cinta está muy bien llevada y cuenta con una muy buena idea que desarrolla casi con brillantez hasta llegado el final, que se deja caer en un efectismo un tanto gore y estúpido. Está bien llevado mientras nos dejamos atrapar por el misterio, pero nos decepciona cuando el misterio se revela. Tal vez esperábamos algo más abstracto, más científico o menos, simplemente, “chorra”. Pero ahí queda y fue su (más que mejorable) solución.
Los actores están bien e incluimos a Sam Neil que no tiene muy buena fama en eso de salvar películas con sus actuaciones. Tenemos a un Lawrence Fishburne mucho menos voluminoso y a otros actores que ya no reconocemos.
La cinta merece la pena hoy más como entretenimiento un poco vintage. Hay mejores cintas y tampoco es la mejor cinta de ciencia-ficción de la historia, pero se sigue dejando ver y nos hace pasar un buen rato más que entretenido.
Para recordar otros tiempos en los que nos dejábamos asombrar por unos efectos ya hoy pasados de moda.
Nuestra Opinión
La dejamos en un tres estrellas. Sigue estando bien y con un buen planteamiento, bien manejado el ritmo, pero queda estropeada en su estridente resolución, que nos deja con sabor a fácil y estúpida.
Muy bien llevada hasta el final (qué pena).