Netflix estrena La banda de los ladrones del oro, una leyenda de bandidos tailandeses en una epopeya que mezcla géneros

La banda de los ladrones del oro
Molly Se-kyung

La más reciente producción original de Netflix, La banda de los ladrones del oro, llega como una fusión de drama histórico, acción de inspiración western y folclore tailandés. Ambientada en el sur de Tailandia tras la Segunda Guerra Mundial, relata la historia de un célebre forajido en una misión de rebelión y redención. Dirigida por Wisit Sasanatieng y coescrita por el actor protagonista Phetthai Vongkhamlao, la película recupera una leyenda local combinando rigor histórico y un lenguaje visual estilizado.

La trama sigue a Ko-Wah Thungsong, un bandido-justiciero real de la tradición popular del sur de Tailandia, a menudo comparado con Robin Hood. Phetthai Vongkhamlao, también conocido como “Mum Jokmok”, lo interpreta con carisma y firmeza. Inspirado en hechos reales y en conversaciones con el propio Ko-Wah, hoy anciano, el guion dramatiza su leyenda en una narración que entrelaza el deber patriótico con la venganza personal.

Ambientada a finales de la década de 1940, la historia presenta a Ko-Wah planeando el asalto a un tren del ejército japonés cargado de oro robado. Para llevarlo a cabo, reúne a un grupo de jóvenes forajidos: Jong Lansaka (Thiti Mahayotaruk), un tirador experto; Yada Nopphitam (Chingduang Duijkers), una intrépida francotiradora con ballesta; Dum Sichon (Ophaphoom Chitapan), un boxeador hábil; y Mont Ronphibun (Na Chat Juntapun), un especialista en explosivos. La diversidad de habilidades y la camaradería del grupo marcan tanto las escenas de acción como los momentos de humor.

La banda de los ladrones del oro
La banda de los ladrones del oro

El relato del asalto se transforma en un conflicto personal cuando Ko-Wah se enfrenta a Luang Arun (Weerayut Nancha), un antiguo aliado cuya traición marcó su vida. Además, el romance entre Jong y Chompen (Punpreedee Khumprom Rodsaward), hija de Luang Arun, complica las lealtades y añade tensión a la misión.

El enfoque visual de Sasanatieng recurre a colores saturados, encuadres estilizados y un tono de “western caricaturesco” impregnado de cultura del sur tailandés. Las secuencias de acción combinan efectos prácticos con CGI, equilibrando el espectáculo con la autenticidad de época. El diseño de vestuario y decorados recrea la Tailandia rural de los años cuarenta y sostiene la estética lúdica de la cinta.

La producción refuerza la expansión de Netflix en la narrativa del Asia-Pacífico, llevando una leyenda del sur de Tailandia a un público global. Los temas de justicia, resistencia y solidaridad comunitaria emergen junto a referencias dialectales y folclóricas locales, conservando la especificidad cultural y ofreciendo, al mismo tiempo, un atractivo universal.

La colaboración entre Phetthai y Sasanatieng marca un momento relevante para el cine tailandés en la era del streaming. El doble papel de Phetthai como actor y coguionista refleja un compromiso con la narración nacional, mientras Sasanatieng retoma la mezcla de western y acción que definió su trayectoria. El elenco, compuesto por intérpretes consagrados y talentos emergentes, aporta una amplitud tonal que oscila entre lo dramático y lo irónico.

Con persecuciones a caballo y en motocicleta, combates sobre trenes en marcha, escenas íntimas en aldeas y guiños musicales al folclore local, La banda de los ladrones del oro combina espectáculo y profundidad emocional. La película mantiene un núcleo humano en los lazos del grupo y en los ideales que impulsan su lucha.

La banda de los ladrones del oro ya está disponible en Netflix en todo el mundo, con estreno el 21 de agosto de 2025.

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