Taller Capuchoc, de Carlo Padial

Carlo Padial nos lleva en Taller Capuchoc por el absurdo mundo de la escritura y la realidad de una actualidad literaria que parece conocer bastante bien.

Sí, Carlo Padial es escritor y ha publicado libros y esas cosas y sabe de lo que habla así que la película (no es Hollywood, ya lo decimos) nos lleva por el sendero inhóspito (qué bonito, además como que siempre pega) de la creación literaria y el absurdo de mirarse a sí mismo a través del espejito mágico de la creación.

La película es original y atrevida y, sobre todo, muy divertida, con unos diálogos que (al menos a mí) me han llevado a la carcajada por verme a veces reflejado. Lo del mundo de los escritores es a veces ridículo (lo de ‘a veces’ es que estoy siendo light) y el mundo de los talleres y las gentes que lo circundan puede resultar, a veces otra vez, un tanto absurdo. Carlo Padial recorre este mundo a través de un protagonista (Miguel Noguera), un escritor encerrado en sí mismo y su obra, y nos sumerge en un monólogo interior de imágenes y palabras y personajes y, sobre todo (ahora ya no es aveces), de ironía narcisista (siento la palabra, pero él alguna vez lo ha dicho en alguna entrevista así que le tomo la palabra).

Carlo Padial da el ‘salto’ al cine y parece que se las maneja bastante bien (no es Titanic, ni todas las películas tienen que serlo, gracias a Dios), logrando una cinta muy entretenida que nos hará reírnos, en este caso, de nosotros mismos y del absurdo de la creación.

Por cierto, muy buena toda la coña con Rayuela. Enhorabuena (y hasta pillo la metáfora).

Taller Capuchoc, una buena película, atrevida y divertida y distinta, que de eso se trata (y se agradece).

Teaser «TALLER CAPUCHOC»

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