«The Killer’s Game» es una película de acción protagonizada por Dave Bautista con Sofia Boutella, Terry Crews, y Ben Kingsley. Está dirigida por J.J. Perry.
¿Buscáis esa película que se puede ver mil veces y que siempre sigue siendo como el primer día y en la que siempre descubrís algo novedoso? ¿Buscáis esa película que contiene un mensaje que cambie vuestras vidas para siempre? Pues seguid buscando, porque «The Killer’s Game» ni os va a cambiar la vida ni tiene ningún mensaje maravilloso detrás: es sólo una de esas películas llenas de persecuciones, porrazos, luchas con espada, disparos, bromas, saltos, peleas y chistes por doquier que, eso sí, os van a alegrar la vida.
Ni es original ni maravillosa, pero nos ha encantado sentarnos, relajarnos y disfrutar de esta parodia de mil películas de acción que, aunque no tenga nada de original, resulta divertida, vibrante y llena de acción.
El asesino a sueldo más prolífico de Europa está lleno de problemas: va a dejar su trabajo, tiene una enfermedad terminal y, además, tiene que dejar a su novia para no hacerle daño.
Con tantos problemas, sólo ve una solución: poner precio él mismo a su cabeza para el seguro de vida. Justo ahí, se entera de que el laboratorio se ha equivocado con los resultados, y la enfermedad no era terminal.
Lo malo es que el contrato sigue en píe, y una legión de asesinos a sueldo están dispuestos a asesinarle a cambio de 2 millones de dólares.
«The Killer’s Game» es, sobre todo, una parodia de las mil películas de acción que la precedieron. Está llena de chistes, de guiños a otras películas similares. Tiene una buena producción, buenas secuencias de acción y algunas partes con buenos dilálogos, sobre todo gracias a Terry Crews, un genial actor de comedia que tiene el mejor papel de la película.
Dave Bautista, en su línea: simpático y con esa cara que, sin apenas mover un músculo, consigue hacernos reír. Encaja en el papel a las mil maravillas, y la película resulta divertida también gracias a él.
Por otro lado, el guion… apenas existe guion, y las secuencias son casi absurdas, pero es justamente lo que pretende esta parodia: que todo sea absurdo y disparatado y que, simplemente, nos relajemos disfrutando de las mil tonterías que le van ocurriendo al personaje.
Buena ambientación y una especie de estilo Guy Ritchie y Quentin Tarantino junto a James Bond para, finalmente, convertirse en un disparate de patadas y persecuciones.
No os va a cambiar la vida, lo advertimos, pero si conseguís desconectar del espíritu crítico podréis pasar un rato divertidísimo.
Que la disfrutéis.