Sí, hoy tengo el día irónico así que vamos a ello. Creo que he tenido… tres primeras citas en mi vida y no soy el indicado para hablar de ello pero mira… sé hacer chistes así que vamos. Leo en las siempre excelentes listas del Esquire (que es una revista para tíos, o eso dicen, a mi me parece que nos podemos reír todos, la verdad) y nos dan consejillos, algunos buenos, otros no sé yo de cosas que no hay que hacer en la primera cita (y oye, si tienes la co. marinera de volver a quedar tampoco seas tú mismo).
Pues empieza con lo de la ex… vale, que no hables de ella. Buen consejo, sí (y más si intentas usar palabras que no empiecen con la letra zeta, eso es de mi cosecha, a ver qué se te ocurre, chavalín). Sigue con que no digas que no encuentras pareja sexual a tu altura… que no hables de dinero (en eso no sé yo si estoy de acuerdo, cada vez que digo que no tengo salen pitando sin usar la letra zeta)
Hablando de eso tengo un amigo es su táctica principal. Me llamo Pepe (no se llama Pepe, perdonen los Pepes del mundo) y tengo dinero. Otras veces ya ni se llama Pepe y directamente va con lo del dinero. ¡Y funciona a veces! Conste que no lo defiendo y nunca lo he probado, ya he dicho que las tres citas que he tenido han salido corriendo.
Luego viene un buen consejo, mira, que no cuentes tus dramas ni seas monotemático ni estés todo el rato hablando tú y tal… déjala hablar a ella (o a él, que ya no me meto en eso).
¡Ah! El mejor consejo que nos dan aunque no lo expresan del todo bien: aunque la veas hecha una… que no te gusta mucho, vamos…. ¡guapísima! Sí, sé que no sirve para nada pero bueno, tampoco resta. Tampoco se puede preguntar que con cuántos hombres has estado y eso (es un poco obvio, la verdad, pero yo también entiendo que hay que rellenar el artículo, lo sé muy bien). Y por el peso no se pregunta tampoco, según dicen.
Mi consejo, sé tú mismo. Fuma, bebe como un cosaco como acostumbras… A mí me ha ido genial. Ayer mismo le digo a la camarera (así como para dar lástima):
-Estoy cansado.
Contestación:
-Pues como no sea de levantar el vaso…
¡En el bote!