Siberia Salon desmiente algunos mitos sobre la manicura rusa

Se dice que en la sencillez está la elegancia. Y el acabado que ofrece la manicura rusa refleja perfectamente esta afirmación, aunque su expansión desde Rusia hacia otros países como España y Estados Unidos no ha estado exenta de polémica. En la manicura rusa se parte de una limpieza profunda de la cama, la cutícula y la piel que rodea a la uña con un torno o una fresa, y este procedimiento ha levantado todo tipo de críticas por diversos motivos

Según se afirma en estas críticas, la cutícula y la piel que rodea la uña tiene el objetivo fundamental de proteger la uña de las bacterias y los microbios, lo que significa que eliminando esta medida de protección, la uña queda completamente desprotegida ante cualquier agente externo que amenace.

«No obstante, y aunque esta afirmación es correcta, cabe diferenciar entre dos tipos de tejido en nuestra uña. El tejido vivo es el que bajo ningún concepto debe tocarse con el torno o la fresa, mientras que el tejido muerto es el que debe retirarse al hacer la manicura rusa. Es el antiestético tejido muerto el que el profesional debe retirar antes de comenzar la manicura, y eliminar este tejido no es sinónimo de que nuestra uña vaya a sufrir una infección», advierte Sofya Khasanova, fundadora y manicurista profesional en Siberia Salon.

Las opiniones de algunos entendidos en estética y belleza han sido los culpables de este malentendido, que ha colocado la manicura rusa como un tipo de manicura tan peligrosa que bajo ningún concepto debería realizarse. El miedo a sufrir una infección, no obstante, no está justificado si la manicura rusa la realiza un profesional cualificado con experiencia.

«Son varios los factores que capacitan a alguien para realizar una manicura rusa con garantías que no vaya a causar problemas en las uñas de un cliente. Primero, la calidad de las herramientas. Segundo, años de experiencia. Y tercero, examinar previamente las cutículas del cliente. Si algunas están dañadas, inflamadas o separadas de la lámina de la uña esta manicura no debería realizarse», añade Sofya.

Pueden haber sido diversas razones las que hayan incidido en estas críticas por parte de la industria. «Son aquellos que no saben cómo realizarla ni tienen experiencia en hacerla los que no entienden que el peligro real de esta manicura reside en que una persona sin experiencia o sin las herramientas adecuadas la realice. En Siberia Salon, por ejemplo, tenemos años de experiencia realizando este tipo de manicura. Y en nuestro perfil de Instagram, por ejemplo, puedes encontrar miles de fotos de clientas satisfechas con su manicura que no han sufrido ningún problema»,  afirma Sofya.

Sorprende en este caso en relación con estas críticas mal expresadas que el argumento detrás de ellas sea que pueden ser perjudiciales si se realizan por profesionales sin experiencia, porque según indican profesionales de la industria de estética y belleza que tienen experiencia en realizar manicura rusa, «se está engañando a la gente para que vuelvan a la manicura tradicional diciéndoles que la manicura rusa es perjudicial porque están viendo cómo disminuyen sus ventas y ya no saben cómo evitarlo».

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