En este segundo episodio de “Misterios sin resolver” Netflix nos sumerge en un terrible caso: Amanda Antoni fue encontrada en un sótano, cubierta de sangre.
Lee, su marido, fue el que encontró a su mujer en el sótano. Tras varias investigaciones, se descartó a su marido, de visita en casa de su madre.
La policía de Calgary siguió con las pesquisas, investigando a su hermana y el asesinato tuvo una gran repercusión mediática.
Al final, y tras la autopsia, la causa de la muerte fue un golpe. Tras las pruebas del ADN, sólo había sangre de Amanda y durante el año y medio que duró la investigación, sigue sin encontrarse una explicación a este suceso que, por lo que parece, pudo haber sido un accidente.
Pero una llamada del marido justo antes de la muerte de Amanda y un ladrido de la perrita hacen pensar lo contrario.
Sobre el documental
Si os gustan los documentales sobre la propia investigación, este capítulo de “Misterios sin resolver” será de vuestro agrado. Lo analiza todo y recorre la investigación policial desde sus comienzos, sin desvelar nunca nada, como en una película de thriller que evita darnos todos los datos del suceso para, finalmente, sorprendernos.
Como siempre en estos documentales, cuenta con testimonios de la familia, del propio Lee Antoni y de muchos de los policías que se encargaron del caso que, finalmente, quedó sin resolver.
Para mi, fue la hermana del Lee Antoni. Ella tenia un motivo. Porque como se explica los hematomas en su cuerpo, la ropa del hamper estaba en su lugar, la alcancia del cerditono se cayo. Habia alguien en esa casa. Y ella se sintio segura en el sotano o amenazaron con matar a su perra y su gata. Y ella, se fue desangrando, desorientandi hasta que se acosto en el piso
y ahi murio.