Tea Rooms de Luisa Carnés está adaptada y dirigida por Laila Ripoll, directora artística del teatro
Es la primera producción del Fernán Gómez. CC de la Villa que dirige su actual directora artística
Tea Rooms consagra a su autora como la gran novelista de la generación del 27
La obra es una novela-reportaje basada en experiencias reales, que rompió los esquemas narrativos de la época
Una novela que nos acerca a la realidad de las mujeres españolas de comienzos del siglo XX
Paula Iwasaki, María Álvarez, Elisabet Altube, Clara Cabrera, Silvia de Pe y Carolina Rubio componen el elenco de Tea Rooms
Con música original de Mariano Martín, vestuario de Almudena R. Huertas, escenografía de Arturo Martín Burgos y videoescena de Emilio Valenzuela
El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, presenta Tea Rooms el primer montaje de producción propia que dirige y versiona su actual directora artística, Laila Ripoll. Tea Rooms es una obra de Luisa Carnés que se podrá ver del 10 de marzo al 24 de abril de 2022 en la Sala Jardiel Poncela.
La ficha artística la forman Paula Iwasaki, María Álvarez, Elisabet Altube, Clara Cabrera, Silvia de Pe y Carolina Rubio en la interpretación y con la música original de Mariano Martín, vestuario de Almudena R. Huertas, escenografía de Arturo Martín Burgos y videoescena de Emilio Valenzuela.
Laila Ripoll, directora artística del teatro, habla así sobre la obra: “Tea Rooms supone un descubrimiento, el hallazgo de una autora y una obra singular, comprometida y profunda. Luisa Carnés, considerada “la más importante narradora de la generación del 27” traza en esta novela un relato construido a partir de unos personajes claramente definidos, tratados con humanidad y comprensión. Por todo ello la adaptación al teatro ha sido natural, ya que la historia se entreteje a partir de las conversaciones, los anhelos y los sueños de estas muchachas que poseen caracteres y personalidades magistralmente retratadas.El montaje se desarrolla en la trastienda de un famoso salón de té de Madrid, con la intención de que el ambiente invada todo el espacio y rodee al espectador, sumergiéndole por completo en la atmósfera del salón. La juventud, la alegría, la energía de los personajes contrasta, a veces, con sus tristezas, con la desgracia imprevista, con los sueños por cumplir y también con los que no se cumplirán nunca. En definitiva, un texto que conserva una vigencia absoluta y en donde nos podemos ver reflejados.”
La obra
Cuenta la historia de varias mujeres, empleadas de un distinguido salón de té cercano a la Puerta del Sol. Son Antonia, la más veterana; Matilde, alter ego de la autora; Marta, la más joven, a la que la miseria ha vuelto valiente y decidida; Laurita, la protegida del dueño, frívola y despreocupada; Teresa, la encargada, el perro fiel, siempre defendiendo a la empresa… Son mujeres acostumbradas a obedecer y a callar, acostumbradas a estirar un jornal que no da ni para comprar un billete de tranvía. Son mujeres que sufren, que sueñan, que luchan, que aman… Y Madrid siempre de fondo, un Madrid convulso y hostil, enorme y vivo.
Sobre Luisa Carnés
Luisa Carnés se consagró como la gran novelista de la generación del 27 con Tea Rooms, calificada por la crítica como “portentosa”, esta novela-reportaje basada en experiencias reales, rompe esquemas narrativos de la época. Una novela esencial para acercarse a la realidad de las mujeres españolas de comienzos del siglo XX. Su autora nace en Madrid en 1905, en el seno de una familia humilde y numerosa. A los once años tuvo que abandonar la escuela para entrar a trabajar en un taller de sombrerería. Comenzó a escribir muy joven. En 1928 publica su primera obra, Peregrinos de calvario, una colección de narraciones breves, a la que seguiría su primera novela Natacha, ambientada en un taller textil similar al que ella conocía. Poco después, entró a trabajar como camarera de un salón de té y de esa experiencia saldría Tea Rooms (1934), que fue recibida con entusiasmo por la crítica de la época. Tras finalizar la guerra civil, Luisa Carnés tuvo que exiliarse a México donde siguió escribiendo y trabajando como periodista. Falleció en 1964 víctima de un accidente de automóvil. Luisa Carnés también ligo su vida al mundo del periodismo con trabajos que aparecieron en Ondas (1929), La Voz (1930) o Nuevo Mundo (1933).