Babo: La Historia de Haftbefehl – El Retrato Sin Filtros de un Icono en la Encrucijada

El Hombre Detrás de la "Orden de Arresto"

Babo: La historia de Haftbefehl
Alice Lange
Alice Lange
Alice Lange es una apasionada de la música. Ha formado parte de varios grupos en la faceta de producción y ahora ha decidido llevar su experiencia...

El nuevo documental de Netflix, «Babo: La historia de Haftbefehl», se adentra en la compleja psique de una de las figuras más influyentes y polarizantes del hip-hop alemán: Aykut Anhan, el hombre conocido como Haftbefehl. La producción se presenta no como una biografía musical al uso, sino como un incisivo retrato psicológico que busca desmantelar la fachada del «rapero gangsta» para revelar a un individuo en un punto de inflexión crítico. La narrativa traza desde el inicio la imagen de un «hombre encerrado en una lucha constante con los demonios de su pasado y presente».

El conflicto central de la película se encapsula de manera devastadora en una declaración de su círculo más íntimo, su esposa Nina Anhan: «Amo a Aykut… A Haftbefehl no». Esta frase no solo sirve como ancla emocional del documental, sino que establece su tesis fundamental: la persona y el personaje artístico no solo son distintos, sino que se encuentran en un conflicto directo y destructivo. La película se sitúa en un «momento crítico» en la vida del artista, un período en el que, tras un éxito monumental, las cosas se volvieron «más silenciosas» a su alrededor, insinuando una crisis personal que la narrativa se propone desentrañar.

El proyecto promete una visión «radicalmente auténtica y sin filtros», un retrato «raro y sin adornos» que refleja la misma crudeza que catapultó su música a la fama. Este enfoque distingue al documental de una hagiografía. No se trata de una celebración del éxito, sino de la disección de una crisis. El conflicto principal no es externo —la sociedad contra el rapero— sino interno: Aykut contra Haftbefehl. El personaje, «Haftbefehl», se posiciona así no como el vehículo de su éxito, sino como el principal antagonista en la historia vital de Aykut Anhan.

Crónica de Offenbach: Las Raíces de la Furia

Para entender al hombre, el documental se sumerge en las calles de Offenbach am Main, la ciudad donde Aykut Anhan nació en el seno de una familia de habla turca, con una madre de Giresun y un padre kurdo-zaza de Tunceli. Su música es un eco directo de la «crudeza de su juventud», un entorno donde «la pobreza, el crimen, las drogas y la violencia eran omnipresentes». El filme utiliza «imágenes potentes» para ilustrar cómo los traumas de su infancia lo empujaron «gradualmente hacia el abismo».

El evento catalizador de esta espiral fue el suicidio de su padre cuando Anhan tenía solo 14 años. El documental profundiza en esta herida con una crudeza sobrecogedora. Su hermano Aytac recuerda la reacción visceral de Aykut al recibir la noticia: «golpeó su cabeza contra la pared». El propio Anhan reflexiona: «Estaba tan jodido psicológicamente que ni siquiera me di cuenta». Meses antes, él mismo había evitado un intento de suicidio de su padre, quedándose despierto toda la noche en el pasillo por miedo a que muriera. Este trauma se presenta como la herida psicológica central que informa sus décadas posteriores de adicción y agitación.

El entorno familiar ya era un polvorín. Su padre es descrito como un «jugador, mafioso y traficante de drogas» que manejaba millones en el casino mientras la familia residía en un bloque de viviendas sociales con «dos millones de marcos escondidos bajo el colchón». Tras la muerte de su padre, la vida de Anhan se volvió caótica. Huyó a Estambul para evitar una pena de prisión, vivió en los Países Bajos y finalmente regresó a Offenbach para escribir sus primeras letras. Estas experiencias se convirtieron en la materia prima de su arte, sustentando una «autenticidad intransigente». A diferencia de otros relatos del género, en la obra de Haftbefehl «apenas hay exageraciones. Mucho de lo que rapea, sucedió exactamente así». El nombre de su primer sello, Echte Musik (Música Real), fue una declaración de principios que ha seguido literalmente hasta hoy.

La Revolución del Rap Alemán

Cuando Haftbefehl irrumpió en la escena musical, «la cambió para siempre». Se convirtió en una figura con la que muchos jóvenes, especialmente aquellos con antecedentes migratorios, podían identificarse. Su impacto se debió a una combinación de «ritmos potentes», una «forma cruda de rapear» y un «argot distintivo (‘Kanakiş’)» que impregnó la cultura popular. Términos como «Azzlack» y «Babo» no solo definieron su música, sino que se integraron en el lenguaje juvenil alemán.

Su carrera está marcada por una serie de álbumes que dejaron una huella indeleble en el hip-hop alemán. Su debut, Azzlack Stereotyp (2010), lo estableció firmemente en la escena y acuñó el término «Azzlack». Le siguió Kanackiş (2012), que consolidó su estatus al alcanzar el top 10 de las listas alemanas. Sin embargo, fue Russisch Roulette (2014) el que fue aclamado como su «obra maestra», convirtiéndolo en un inesperado «favorito de la prensa cultural». Años más tarde, continuaría explorando la oscuridad y la autocrítica con Das weisse Album (2020) y alcanzaría un nuevo pico creativo con Das schwarze Album (2021), un trabajo visto como un «hito en el rap alemán» que explora la desesperanza y el apocalipsis. Estos hitos discográficos trazan la evolución de un artista que pasó de ser una voz de la calle a un fenómeno cultural.

El improbable atractivo de Haftbefehl para los círculos intelectuales y el «feuilleton» (la sección cultural de la prensa) es un aspecto central de su legado. Aunque la etiqueta de «Goethe de la calle» se ha convertido en un cliché, es innegable su capacidad para articular con una fuerza poética brutal «la frustración, la ira y la tristeza» de una generación marginada. Su éxito no fue un fenómeno puramente musical, sino también sociológico. No cruzó al mainstream; arrastró la atención del mainstream hacia su mundo.

Detrás de la Cámara: La Creación de un Retrato Íntimo

La credibilidad del documental se sustenta en el equipo creativo. La dirección corrió a cargo de Juan Moreno, un periodista galardonado, y Sinan Sevinç, un cineasta multipremiado. Durante dos años, ambos siguieron a Anhan, adoptando un enfoque que combina el rigor periodístico con una cuidada visión cinematográfica.

Un elemento clave fue el actor Elyas M’Barek, quien hace su debut como productor. La idea inicial surgió de conversaciones sobre un posible largometraje de ficción. Sin embargo, fue por sugerencia de M’Barek que el concepto evolucionó hacia un documental, una decisión que subraya un compromiso con la autenticidad. M’Barek actuó como un «mentor creativo» que guió el proyecto a través de su productora, 27 KM’B Pictures.

La filosofía que guio la producción se resume en una pregunta retórica planteada por los creadores: «¿De qué sirve un espejo si solo muestra una sonrisa, pero nunca las cicatrices?». El objetivo primordial fue la «veracidad», la intención de mostrar una piel que «no solo brilla, sino que también sangra».

Las Voces del Documental: Familia, Amigos y Rivales

El retrato de Haftbefehl se construye a través de un coro de voces que van desde su círculo más íntimo hasta las figuras más respetadas de la música alemana. El elenco principal incluye al propio Aykut Anhan, su esposa Nina y sus hermanos Cem y Aytac.

La perspectiva de Nina Anhan es particularmente reveladora, ofreciendo una visión brutalmente honesta del impacto destructivo del personaje «Haftbefehl» en su familia. Describe sentirse casi como una madre soltera y lamenta cómo la conexión entre ellos se ha debilitado por la vida de «estrella de rock» que lleva su marido.

Para contrarrestar esta cruda realidad, el documental presenta un impresionante elenco de figuras de la industria —Xatar, Marteria, Jan Delay, Kool Savas, Peter Fox, Bausa y Moses Pelham, entre otros— que dan testimonio de su genio artístico. A pesar de conocer sus luchas, existe un consenso unánime: «no ha habido un artista más grande en el rap alemán hasta la fecha». Esta yuxtaposición crea un retrato complejo donde su genio es indiscutible, lo que hace que su viaje hacia la autodestrucción sea aún más trágico.

La Lucha Interna: Al Borde del Abismo

El documental aborda sin rodeos su tema más oscuro: la adicción a las drogas y la crisis de salud mental. La película sigue al artista «al borde de la autodestrucción entre el rap gangsta, la familia y enormes cantidades de cocaína». El propio Anhan describe su ciclo de adicción como una forma de escape: «Cuando veo que todos están bien, me retiro y quiero estar drogado… Luego voy a mi agujero, estoy drogado y salgo después de cinco días».

La situación se volvió tan desesperada que su hermano menor, Cem, se vio obligado a intervenir, convencido de que «si no hacemos algo ahora, morirá». Esta intervención condujo a una estancia en una institución cerrada en Estambul, un punto de inflexión que el propio Haftbefehl reconoce como vital. «Habría muerto si no hubiera entrado allí. Prácticamente ya estaba muerto», reflexiona.

El documental se posiciona explícitamente «lejos de los clichés del rap callejero que glorifican las drogas o la violencia». De manera significativa, la narrativa subvierte el arco de redención típico. No ofrece una conclusión clara sobre si Haftbefehl está limpio hoy, dejando al espectador con una persistente sensación de preocupación por su futuro. Esta elección es una poderosa declaración sobre la naturaleza crónica de la recuperación. La lucha no ha terminado, y el filme se niega a ofrecer respuestas fáciles.

«Babo: La historia de Haftbefehl» trasciende el género del documental musical para ofrecer el retrato complejo y profundamente humano de un artista icónico en una encrucijada existencial. No es una historia de éxito, sino una crónica de supervivencia y un examen del alto costo de una autenticidad radical.

El documental se estrena en Netflix el 28 de octubre.

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