Una pareja atropella a un ciclista y tira su cadáver al lago. Años más tarde se vuelven a encontrar y él, que acaba de dejar el alcohol, amenaza con descubrir el crimen. Ella, arquitecta de éxito, le asesina sin demasiados miramientos y se deshace del cuerpo. Mucho ‘cine negro’ y ni rastro tecnológico… hasta ahora.
Una investigadora de seguros investiga un atropello para una ideminzación. Gracias a un moderno chipo, son capaces de acceder a las zonas de memoria para reconstruir el accidente. De la mano de esta chica una cosa nos llevará a la otra en esta investigación en la que cualquier persona testigo de un accidente está obligada por ley a ser investigada con este sistema.
Una vez más, entramosd en el tema de la privacidad en este interesantísimo episodio que se nos acerca más al cine que a un episodio más de Black Mirror, que parece ir transformándose poco a poco (tenía que pasar).
Por ahora, el que más nos ha gustado por su toque clásico. Ya lo sabéis, cada capítulo es diferente en su forma y estructura.