“Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands” Un documental en Netflix sobre Lou Pearlman, las Boy Bands y sobre el mundo de los negocios

Veronica Loop
Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands

«Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands» es una serie documental de Netflix dirigida por David Terry Fine.

Netflix hoy nos trae un documental que, sólo en apariencia, podría parecer ligero, pero que nos lleva a una realidad mucho más complicada: la realidad sobre el mundo de los negocios y los riesgos que conllevan.

Este documental se centra en el empresario Lou Pearlman y sus dos creaciones más famosas: los Backstreet Boys y N’Sync, pero no dejen de verlo, porque lo más interesante está por llegar: un retrato del mundo de la música y de los negocios que van más allá de estas dos bandas y de la música, y que nos hace un retrato oscuro y triste de aquel mundo de Wall Street de los años 80 y 90 de grandes inversiones.

Trans Continental fue una empresa fundada por Lou Pearlman, el empresario que estuvo detrás de famosas “Boy Bands”, famoso por producir la música de las bandas Backstreet Boys y N’Sync.

Este empresario de avionetas, dirigibles y demás negocios relacionados con la publicidad logró llevar a un grupo de desconocidos a lo más alto de las listas. Un hombre que creó empresas de publicidad, inversiones y demás para crear una nuevo concepto empresarial que aunaba promoción, producción, desarrollo… todo en un mismo lugar y bajo una misma dirección: la de Lou Pearlman.

Aquellos años 90 de los Backstreet Boys y N’Sync

Allá por los años 90 había un nuevo fenómeno musical llamado New Kids on the Block, una Boy Band con chicos guapos que cantaban bien, además, volvían locas a las adolescentes. En una estimación, aquel grupo había ganado unos 1.000 millones de dólares.

Lour Pearlman, que por aquella época alquilaba aviones a grandes estrellas del pop, vio la oportunidad de cambiar de negocio y, cómo no, hacer un buen dinero con ello.

El grupo se formó en Orlando y estaba formado por Nick Carter, AJ McLean, Brian Littrell, Kevin Richardson y Howie Dorough. Fue en 1993 cuando los Backstreet Boys hicieron su primera aparición en público el resto, es ya Historia: comenzaron dando conciertos en Institutos por todo Estados Unidos.
Pero, aunque no se lo crea, el grupo no tuvo éxito en los Estados Unidos, sino que triunfó desde Alemania, allá por 1996.

Creando su propia competencia: N’Sync

Justin Timberlake, JC Chasez, Lance Bass, Joey Fatone y Chris Kirkpatrick. Ellos fueron los N’Sync, el grupo que haría competencia a los BackstreetBoys, creado también por el propio Lou Pearlman.

Pero los Backstreet Boys y N’Sync demandaron a Trans Continental porque, según ellos, Lou Pearlman les había robado miles de millones de dólares. Al final, los grupos compraron su libertad y se llegó a un acuerdo.

Lou Pearlman produjo un programa televisivo sobre Boy Bands e intentó formar otras, pero sin tanto éxito, y fue entonces cuando se descubrió que Pearlman, en realidad, no ganaba tanto dinero y que su situación financiera no era la que aparentaba.

Lour Pearlman, más allá de las bandas

Cuando el modelo antiguo falló, Pearlman se metió en el mundo de las inversiones: grandes resultados sobre el dinero invertido que, al final, suelen terminar en un esquema Ponzi (estafas piramidales). Fue cuando todo se vino abajo, dejando más de 300 millones de dólares en deudas.

Se fue a Bali (Indonesia), donde fue finalmente capturado en el 2007. Lour Pearlman murió en 2016.

Nuestra opinión

“Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands” es un documental que sabe dar dos visiones aparentemente contradictorias: el mundo del glamour y del entretenimiento, el de los cantantes en limosinas; y lo que está detrás, un oscuro mundo de las finanzas y productoras musicales.

No se queden sólo con el primer capítulo, porque lo más interesante comienza a parir del segundo y culmina en un tercer capítulo que explica el declive de este hombre y de toda una época.

Dónde ver «Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands»

Netflix

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