“Heeramandi: El bazar de los diamantes” llega a Netflix para traernos todo el gusto de la India en lo estético, y también con ganas de reivindicación política: una cinta que nos cuenta tantas historias como vidas y que, sobre todo, destaca por su estética y por su gran nivel en cuanto a producción.
Elegante en los encuadres, cuidadísima a nivel fotográfico y con monumentales decorados que recrean, casi con grandiosidad, la India en la época de la independencia respecto al Reino Unido.
Una historia que tiene absolutamente de todo en una historia llena de épica e intrigas. Una serie que mezcla misterios, personajes enfrentados y mucha estética en una reconstrucción fascinante en lo visual, ya sea realista o no.
También una historia sobre la revolución, del propio país y de las propias mujeres. Una historia contada con toda la intención, sin disimular en absoluto las reivindicaciones de sus responsables y sabiendo muy bien qué se quiere decir y por qué.
Sobre la serie
Hay que acercarse a “Heeramandi” con todo el espíritu de una ficción, de una historia que, sobre todo, pretende fascinar a nivel visual y que busca impactar con la belleza incontestable de sus imágenes. Más allá de sus evidentes reivindicaciones, “Heeramandi” es todo un lujo a nivel estético y así debemos apreciarla, dejándonos atrapar por su evidente encanto y una reconstrucción de aquel período que, visto con nostalgia, podrá ser revivido.
Una serie con todo el espíritu de “Las Mil y Una Noches”, con toda esa magia y ese romanticismo, esa fascinación que la serie logra crear en todo momento y ese sentido de lo irreal, de ser conscientes de que, estamos en una ficción, y no en una recreación histórica de los hechos.
La serie tiene dos partes: el antes y el después, la vida antes y después de la independencia y todos los cambios que esta transición trajo consigo.
No es engañen: ni es una serie realista ni quiere serlo, porque “Heeramandi” tiene muchas lecciones que dar y no lo oculta, tomando partido en todo momento y enseñándonos en todo momento qué partido tomar y cuál es el bando de los buenos y el de los malos.
Simplista en este sentido, sí, pero también es, a la vez, una serie que se deja disfrutar, una serie que solo por sus decorados y ambientación merece aprecio y atención.
Nuestra opinión
Una delicia en el aspecto estético, con un a producción excelente, cuidada y elegante. Una serie en dos claras partes y que toma partido en todo momento, dando sus lecciones sobre la justicia y que, aunque nos cuenta la verdad sólo desde un punto de vista, merece la pena por su elaboradísima estética.
Todo un lujo para la vista, con todo el sabor, el colorido y el aroma de la India.