A pesar de no ser un experto (gracias a Dios) en deportes, tengo que confesar que de vez en cuando me veo un partidillo del Barcelona (sí, sólo del Barça). No voy a entrar en temas políticos porque aparte de no hacerlo nunca, eso ya me repatea. Me hice del Barcelona para llevar la contraria a mi padre –lo reconozco- y bueno… te ves un partido, te ves otro y otro más y la cosa acaba enganchando cuando llegan los holandeses hablando en inglés y no saben nada de los imperios romano-catalanes (sí, tiene su guasa).
Y después va y aparece un argentino que lo cambia todo y el Barcelona empieza a ganar y ganar y te preguntas: ¿hay vida después de Messi? La pregunta es complicada y ya estamos viendo a un Messi muy distinto del que vimos. Ya no es la máquina de desborde y velocidad vertiginosa que tanto cabreaba a Mourinho, no. Ahora ya correr mucho, lo que se dice correr… es un jugador más inteligente que sabe colocarse en el campo y que busca sus espacios pero que físicamente está ya, si no en declive, en una fase de madurez que precede a lo que todos ya sabemos.
El Barcelona se ha adaptado a Messi porque ha sido un jugador que ha marcado, sin duda, una época en el club y en el fútbol moderno. Sí, nadie ha ganado tantos Balones de Oro y es probable que no veamos al que los vuelva a ganar. La exigencia física cada vez va a más y cada año llega un portento de gimnasio mayor (lo hemos visto en la NBA ya) y el que el año pasado era el yo-me-lo-tiro-todo este año ya no las enchufa como antes (sí, me refiero a Curry) y los años pasan y… ahora el Barcelona, en unos añitos pero ya tiene que empezar a plantear las cosas, tiene que reestructurarse y volver a reinventarse porque otro como Messi, mal que nos pese, no va a aparecer. Messi, y ahora me partirá un rayo porque me lo merezco, tenía un peso específico en el juego mucho mayor que Maradona incluso (sigo vivo, por cierto, gracias, pelusa, qué majo eres). Me refiero, el juego recaía y recae sobre él de una manera que pocas veces he visto en un jugador. Cada jugada, cada movimiento… tres tíos pendientes de él… claro, juegas contra nueve porque sales con un tipo que vale por tres y… el Barcelona va a tener que acostumbrarse a jugar contra once… y no están acostumbrados, no.
Lo de Neymar… pues no es Messi ni por asomo ni lo va a ser por mucho que lo intente. Es un jugador a veces brillante pero… Messi sólo habrá uno y ni por asomo hace las cosas que él hizo ni acapara el peso del argentino. Suárez… le quedan dos telediarios y, como diría Julio Iglesias, ¡lo sabe!
Así que vamos a ver qué pasa ante el Sporting (que lo normal es que ganen, pero bueno) pero es otro partido sin Messi y eso de los problemillas en ese sitio ya va preocupando y ya vamos teniendo ciertos años.
¡Si me vieseis a mí con dieciocho! Joer, ¡hasta corría! Y no hace mucho, con treinta y algo… ¡también! En fin, que el tiempo pasa y esa jugada a lo Maradona que hizo Messi en la Copa del Rey… la canción de Ana Belén, sí.