Imagen de la Nebulosa Iris

Image Credit: NASA/ESA
Martha Lucas Martha Lucas

Esta hermosa y sonrojada nebulosa es única entre sus compañeras. Si bien muchas de las nebulosas visibles en el cielo nocturno son nebulosas de emisión, nubes de polvo y gas que son lo suficientemente calientes como para emitir su propia radiación y luz, Caldwell 4, también conocida como la Nebulosa de Iris o NGC 7023, es una nebulosa de reflexión. Esto significa que su color proviene de la luz dispersa de su estrella central, que se encuentra enclavada en los abundantes campos de estrellas de la constelación de Cefeo. Ubicada a unos 1.400 años luz de distancia de la Tierra, los brillantes pétalos gaseosos de la Nebulosa de Iris se extienden aproximadamente 6 años luz de ancho.

Esta nebulosa es de particular interés para los científicos debido a sus colores. Las nebulosas de reflexión brillan porque están formadas por partículas extremadamente pequeñas de materia sólida, hasta 10 o incluso 100 veces más pequeñas que las partículas de polvo en la Tierra. Estas partículas difunden la luz a su alrededor, dando a la nebulosa un brillo de segunda mano que suele ser azulado (como nuestro cielo). Si bien la Nebulosa de Iris aparece predominantemente azul, incluye grandes filamentos de color rojo oscuro, lo que indica la presencia de un compuesto químico desconocido probablemente basado en hidrocarburos. Estudiar nebulosas como esta ayuda a los astrónomos a aprender más sobre los ingredientes que se combinan para formar estrellas.

Esta imagen de primer plano, que muestra una región de color rosado dentro de Caldwell 4, es una combinación de cuatro exposiciones capturadas por la Cámara Avanzada para Sondeos del Hubble en filtros de infrarrojo cercano y visible. Los astrónomos también estudiaron la nebulosa con la cámara de infrarrojos cercanos y el espectrómetro multiobjeto del Hubble para determinar qué elementos químicos están presentes en Caldwell 4.

Fuente: NASA

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