#Aquíestoy es una película francesa del 2020 dirigida por Eric Lartigau y protagonizada por Alain Chabat
#Aquíestoy (#jesuislà) es una comedia francesa sobre el tiempo, la edad… los cambios. Un drama vestido de comedia amable de ésos que tienen más de amargos que de cómico y que no sabemos si nos deja con un sabor a “aprovecha la vida” o a “pero qué triste es todo”.
Tiene su gracia cuando el prota se convierte en estrella, sin llegar nunca a la carcajada.
Argumento
Stéphane tiene su vida organizada hasta que, a través de Instagram, conoce a una artista coreana y decide vender un cuadro e ir a verla (con la disculpa de ver los cerezos). Allí comienza un viaje de descubrimiento que le alejará de la zona de confort., sobre todo cuando le dan plantón y se convierte en una estrella de las redes sociales por su (estúpida) estancia en el aeropuerto.
Se le conoce como “el amante francés”.
Crítica
Una especie de Lost in Translation a la francesa, sin el virtuosismo cinematográfico que ya anticipaba Sofia Coppola, pero con cierta gracia hacia lo exótico y extra vagante. Tiene también un toque de La Terminal (la de Spielberg con Tom Hanks).
La cinta te deja con sabor a cuando se prueba el sushi por primera vez: es exótico, pero sigue sin sabernos a casi nada hasta que le echamos la soja y nos empezamos a acostumbrar (poco a poco). Así va la peli: muy poco a poco, con madurez en casi un viaje turístico del que apenas ha salido de su pueblo y lo ve todo con los ojos de un niño (que liga por Instagram, pero un niño).
Una cinta sinple, sin demasiada gracia. Cuando finalmente se encuentra con la chica ella le da su lección:
Así es la vida: plana, mediocre.
La cinta nos cuenta con eficiencia lo que quiere, pero eso que quiere no es demasiado alegre (ya lo dijimos). Cinematográficamente, un poco como el menaje y todo el peso recae en un soso Alain Chabat al que le han dado el papel de soso y que hace de soso: nada que recriminar en la actuación.
Es un poco como ver la vida transcurrir a otra velocidad, dejarse llevar en este viaje que hacemos con el protagonista. Nos tenemos que adecuar a su ritmo e incluso a la manera surrealista en la que acaecen las circunstancias, siempre tan ajenas.
Se deja ver, pero poco más.
Nuestra Opinión
Una obra como de relleno que, sin estar mal, no llega a convencer o emocionar en una historia narrada de manera muy distante, sin apenas emotividad y sin puntos fuertes.