Cottontail es una película escrita y dirigida por Patrick Dickinson y protagonizada por Lily Franky. Con Ryo Nishikido, Tae Kimura, Rin Takanashi y Ciarán Hinds.
Una triste y conmovedora historia de ésas que no necesitan ir a la lágrima fácil: “Cottontail” es una historia con personajes difíciles que se esconden en sí mismos a la vez que una historia sobre el paso del tiempo, una relación entre padre e hijo, rota hace muchos años.
Una historia lenta, pausada y narrada con un sentido del ritmo parsiomonioso que, sin embargo, esconde toda la historia de una vida que, poco a poco, empieza a aparecer de nuevo en forma de recuerdos.
Argumento
Un hombre, Kenzaburo, que acaba de perder a su esposa, Akiko, viaja a Inglaterra para esparcir las cenizas en un lago especial para ella. En el camino, la familia se reencontrará y también tendrá que hacer frente a sus distancias generacionales.
“Cottontail”: en todo momento, una película muy humana
Una historia sobe la vida, la muerte y el tiempo pasado. “Cottontail” es sin, embargo, una película muy cercana de personajes que no se sienten nada cómodos hablando de sentimientos y que, sin embargo, se ven en la obligación de afrontar el gran y terrible sentimiento, el de la muerte.
Sin embargo, no está narrada como un melodrama clásico. No busca narrar el drama ni lo enfatiza, busca más un ritmo natural, calmado en el que los actores adquieren todo el protagonismo. Busco en todo momento no forzar ni situaciones ni diálogos, mostrando un equilibrio pausado, muy reflexivo.
No es una película de grandes secuencias, pero “Cottontail” es una película que logra narrar una gran historia de manera sencilla, muy cercana y, sobre todo, hacerla natural y próxima al espectador. Tiene muchas grandes y pequeñas historias que contar, la de toda una vida de un matrimonio y la de un padre y un hijo que, en algún momento, separaron sus caminos.
Dos grandes virtudes: los actores y su postura
Sin hacer spoilers, pero es más un canto a la vida que un drama, más una película sobre la belleza de la vida que sobre la tristeza de la muerte. Los culpables: los actores.
En el papel principal tenemos a Lily Franky, un actor veterano que sabe afrontar el reto y sabe componer un personaje difícil: es la historia de una redención, de un viaje de aceptación y de superación. Tiene ante sí un gran, reto, pero también un gran personaje, y Franky hace de ésta una película que gira en torno a él y que, sin embargo, no ofusca ni sobreactúa. Una interpretación natural, tierna y cercana.
Ryo Nishikido interpreta el papel de Toshi. Un papel que se aleja de sus recientes interpretaciones: el joven actor responde también en un papel dramático y sabe muy bien perfilar un personaje que, si bien no es el central, complementa una historia que, sin él, tampoco funcionaría.
Y no podemos olvidarnos de la esposa, de Akiko, a la que encarna Tae Kimura: triste, dramático. Tiene pocas escenas, pero los flashbacks de su personaje son el eje en torno al cual gira la historia. Cumple con el personaje a la perfección con sus apariciones.
Nuestra opinión
Más reflexiva que dramática, una película de sentimientos terribles contada con reflexión y madurez.
“Cottontail” sabe transmitir mucha esperanza en una película que habla de la muerte.