‘Gremlins’ (1984): Un «clásico» de Navidad

Martin Cid
Gremlins (1984)

Gremlins es una comedia dirigida por Joe Dante protagonizada por Zach Galligan, Phoebe Cates y unos animalitos muy peculiares que crearían toda una saga de películas imitadoras ninguna tan buena como ésta.

Gremlins es esa película a la que, quien más quien menos, se le coge un cariño muy especial. No será la mejor película de la Historia del Cine, no será la mejor comedia ni la mejor del cine de terror, pero ahí van mis cinco más que seguras estrellas y el por qué.

Argumento

Billy es un buen chico que vive con sus padres y trabaja en un banco de manera más o menos miserable, pero la Navidad le guarda un regalo muy especial por parte de su excéntrico padre (inventor): un animalito al que no se puede mojar ni dar de comer después de las doce.

Las razones ya son parte de la Historia del Cine.

Gremlins (1984)

Crítica: una gamberrada contracorriente a la vez que comercial que pondría a mis hijos

Gremlins es la cinta a la que toda una generación ha cogido cariño porque, de una manera u otra, viene a representar a una generación que creció viendo cine en videoclubs y la que tuvo la suerte de ver crecer a la Amblin (la productora de Spielberg responsable de esta película) con tantas y tantas buenas películas.

La peli juega en todo momento con nuestra inocencia, con lo de tener un perrito o una mascota especial: pues toma mascota. Juega a la gamberrada a lo Bart Simpson y juega con la idea de la anti-navidad que tanto nos gusta a algunos. Le toma el pelo de manera light al gran clásico navideño (qué bello es vivir) y, de alguna manera, inventa el anti-género (si no existe que alguien me lo atribuya, por favor).

Pero Gremlins es una película profundamente inteligente que, por puramente gamberra, reflexiona sobre la pulcritud, la comercialidad y los tópicos para, desde la anti-cultura, realizar un producto tan comercial como disfrutable.

Gremlins (1984)

Un blockbuster que nos enseñó que se podía ser irreverentes hasta dentro del propio sistema en los ochenta.

Aunque claro, en los noventa parece que la cosa se terminó y llegó el Ejército de Salvación de nuevo para exterminar a nuestros queridos Gremlins para siempre.

Por eso siempre está bien recordar que, de peques, nuestros padres nos llevaban a ver estas pelis en vez de las idioteces que les ponen ahora, así de idiotas nos están saliendo.

Mi Escena Favorita

Y porque me da la gana, en esta hago una excepción en mi esquema habitual, ahí os va mi escena favorita:

Nuestra Opinión

Una gamberrada profundamente maravillosa que le pondría a mis hijos si los hubiera tenido.

Los que me conocen dicen que hice muy bien (en no tenerlos).

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