La Casa Gucci (House of Gucci) es una película de Ridley Scott interpretada por Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jeremy Irons y Jared Leto.
Lady Gaga, espectacular.
Argumento
Historia de Maurizio y Patrizia Guccia, matrimonio que hizo la firma Gucci aún más conocida en el mundo entero desde la grandiosa Nueva York de los años 80.
La Película. Crítica
Digan lo que muchos digan y aunque no estemos todos de acuerdo, lo confesamos como una reunión: me llamo Martín y me gusta Ridley Scott. Dicen que es excesivo o que tiende demasiado a lo comercial, que sus producciones buscan más el impacto gratuito que la narrativa genuina, que se deja guiar por la vena de lo fácil… puede que hasta tengan razón y puede que la trayectoria del director de Alien sea desigual como sucede en La Casa de Gucci.
Sí, es excesiva por momentos o demasiado comedida a veces, es cómica y dramática y no guarda el ritmo (o sí). Toma un tono de melodrama cuando le da la gana para abandonarlo a la escena siguiente y tornarse entre ritmos de ópera junto a George Michael o pop de la época: la difícil conjunción entre el clasicismo y la modernidad, entre los tonos pastel un tanto “horteras” y el clasicismo: la Italia operística en la (por entonces) capital del mundo para todo, también para la moda.
Si la veis doblada, os perdéis lo mejor: los acentos de los actores.
La Casa Gucci destaca sobre todo por sus interpretaciones y, por encima de tantos y tantos nombres geniales, está Lady Gaga, que cada día es mejor actriz. Están todos geniales, pero su papel de Patrizia, advenediza llegada desde una empresa de camiones a la gran familia italiana, da para mucho.
La peli mezcla bien este tono con la intriga, a veces folletinesca a veces serie, la ópera buffa de Rossini con la a veces seriedad tomada por divertimento.
Va ganando en ritmo y tiene una producción excelente, a veces hasta lujosa.
Un toque de tragedia frívola, por muy extraño que suenen estos dos términos en una misma descripción.
Nuestra Opinión
Sin llegar a ser una gran película, sí es una peli más que disfrutable de este señor al que parece que todos los críticos odian.
Y nos atrevemos a decir que con la misma ironía interna que tiene La Casa Gucci.
Nos ha gustado.