‘Nosferatu’ (1922)

Nosferatu, estrenada en 1922, es una película muda del expresionismo alemán considerada una de las primeras y más influyentes películas de terror de la historia del cine. Adaptación de la novela Drácula de Bram Stoker, dirigida por F. W. Murnau y protagonizada por Max Schreck en el papel del Conde Orlok. Aunque la película se enfrentó a disputas legales por infracción de derechos de autor, el estilo visual único de Nosferatu y su escalofriante atmósfera siguen inspirando a cineastas y público por igual.

Nosferatu
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Los orígenes de Nosferatu

Cuando el director F. W. Murnau se propuso hacer una adaptación cinematográfica de Drácula, se encontró con un obstáculo importante: la herencia de Stoker se negaba a concederle los derechos de la historia. Sin inmutarse, Murnau y el guionista Henrik Galeen decidieron crear su propia versión de la historia, alterando nombres de personajes y detalles, pero manteniendo la trama general. Así, el conde Drácula se transformó en el conde Orlok, y nació la historia de Nosferatu.

La trama

Ambientada a principios del siglo XIX, Nosferatu sigue el viaje de Thomas Hutter, un agente inmobiliario que viaja a Transilvania para cerrar un trato inmobiliario con el enigmático conde Orlok. Sin que Hutter lo sepa, Orlok es un vampiro que se encapricha de la esposa de Hutter, Ellen. Tras cerrar el trato, Orlok se traslada a la pequeña ciudad alemana donde residen Hutter y Ellen, trayendo consigo un reino de terror y muertes misteriosas. A medida que la ciudad se sume en el caos, Ellen descubre que ella es la clave para acabar con el mal de Orlok y debe hacer un sacrificio desgarrador para salvar a sus seres queridos.

Nosferatu
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Estilo y técnicas visuales innovadoras

Nosferatu destaca por su impactante estilo visual, muy influido por el expresionismo alemán. Este movimiento artístico buscaba transmitir emociones y temas complejos a través de imágenes exageradas y distorsionadas, y Nosferatu no es una excepción. La película está llena de sombras espeluznantes, perspectivas distorsionadas y decorados estilizados que crean una atmósfera surrealista y de otro mundo.

Una de las imágenes más icónicas y perdurables de Nosferatu es la inquietante silueta del Conde Orlok, con sus dedos alargados y su postura encorvada. Esta poderosa imagen se ha convertido desde entonces en sinónimo del mito del vampiro y ha sido imitada y referenciada innumerables veces en la cultura popular.

Conflictos legales y casi destrucción

La adaptación no autorizada de Drácula por Nosferatu provocó una demanda por parte de la herencia de Stoker. Como resultado, un tribunal ordenó que se destruyeran todas las copias de la película. Afortunadamente, algunas copias sobrevivieron a la destrucción y Nosferatu fue redescubierta y restaurada. La supervivencia de la película es un testimonio de su perdurable atractivo e importancia en la historia del cine.

Legado e influencia

Casi un siglo después de su estreno, Nosferatu sigue siendo una película muy influyente en el género de terror. Su inquietante atmósfera y sus innovadores efectos visuales han inspirado a innumerables cineastas, como Werner Herzog, que dirigió un homenaje al original con su película de 1979 Nosferatu el vampiro, protagonizada por Klaus Kinski. Nosferatu también sentó las bases para las películas de vampiros posteriores, como el clásico de Universal Studios Drácula (1931), protagonizado por Bela Lugosi, y la serie Drácula de Hammer Films, con Christopher Lee.

Nosferatu
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El impacto de Nosferatu en el género de terror y en el cine en su conjunto no puede exagerarse. A pesar de enfrentarse a problemas legales y a la amenaza del olvido, este clásico sigue cautivando al público con su escalofriante atmósfera, sus innovadoras técnicas visuales y sus memorables interpretaciones. Nosferatu, una de las primeras películas de terror, sigue siendo un testimonio del poder del cine para evocar el miedo y transportar a los espectadores a un mundo de pesadilla.

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