De todas las veces que has visto a un desconocido desmayarse en la calle, ¿cuántas le has echado una mano?
¿Qué ha notado en estos sucesos?
Tal vez se haya dado cuenta de que algunas personas se apresuran a acudir al lugar de los hechos para ayudar, mientras que otras simplemente miran y siguen caminando. ¿Por qué, dada la multitud de personas que hay alrededor, no es tan habitual acudir a ayudar?
Saber que otra persona puede tenderte la mano para ayudarte, dado que estás rodeado de gente en una multitud o en público, puede en realidad disminuir tu probabilidad de actuar. Este fenómeno se explica por el efecto espectador.
¿Qué es el efecto espectador?
En el mundo de la psicología social, el efecto espectador explica por qué la presencia de otros disminuye nuestra probabilidad de ayudar. En otras palabras, estar en medio de una multitud afecta a nuestro comportamiento de ayuda.
Resulta sorprendente comprobar que la mera presencia de otras personas nos impide actuar de forma auxiliar en una emergencia. De hecho, dependiendo de la situación y de la cantidad de gente, el efecto espectador puede incluso hacer que la gente se «paralice» y no haga ningún movimiento para ayudar. Es lo que se conoce como «apatía del espectador».
Entonces, ¿por qué estar entre una multitud de gente inhibe nuestra capacidad de ayudar y provoca esta apatía? La principal conclusión: difusión de la responsabilidad.
¿Qué es la difusión de la responsabilidad?
Al hablar del efecto espectador, es necesario diseccionar la idea de difusión de la responsabilidad. Este fenómeno explica por qué es menos probable que una persona se responsabilice o actúe en una situación como ésta cuando está rodeada de gente.
Mentalmente, lo que ocurre es que cuanto mayor es el número de personas presentes, menos dispuestos están los individuos a pasar a la acción. Esto se debe a que cuanta más gente está presente, mayor es la «difusión» de la responsabilidad, y todo el mundo puede pensar fácilmente para sí mismo que alguien más tomará medidas.
Luego, cuando tampoco responden otros transeúntes, esto se toma como prueba de que no se necesita ayuda. En la época actual, este fenómeno ha dado lugar a que la gente cometa actos o pida ayuda sin ser asistida o salvada nunca. Ha sido habitual que alguien espere ayuda o interferencia y no la reciba a pesar de encontrarse entre una multitud.
Esto sugiere que la presencia de otros influye en los comportamientos de ayuda de las personas.
Así que la próxima vez que seas testigo de un altercado o de un problema en un espacio público, intenta romper las garras del efecto espectador y pasa a la acción.