Ya estamos en temporada de angulas, un preciado producto que se vuelve casi imposible de conseguir en época navideña
La angula es uno de los productos más característicos de nuestra gastronomía y una de las grandes joyas culinarias de las que podemos presumir. Su temporada comenzó en noviembre y como su pesca sólo dura hasta marzo, ahora es el mejor momento del año para consumir esta delicatessen. Una temporada que coincide con las fiestas navideñas y en las que son muchos los que se decantan por este producto para deleitar y disfrutar en estas fechas con deliciosas recetas.
¿Dónde se pescan las angulas?
En España la forma más famosa de preparar las angulas es a la bilbaína (con ajo y guindilla en una cazuela de barro). De ahí que mucha gente piense que es en El País Vasco el único sitio donde se pueden pescar, pero lo cierto es que la cría de la anguila vive también en otras partes de la península como en el Delta del Ebro (Cataluña). Ahí, se encuentra una de las empresas más reconocidas en Europa: Angulas Roset, tres generaciones que llevan trabajando este pescado de la misma forma artesanal desde hace más de 50 años.
¿Angula y gula son lo mismo?
Su parecido en el nombre y en el aspecto, confunden a quienes desconocen de este alimento; pero son dos productos muy diferentes. La gula nace en los años 90 cuando una marca de angulas quiso popularizar las angulas haciéndolas más accesibles al consumidor. Para ello, inventó ‘una versión low cost’ a base de picadillo de pescados de Alaska con un aspecto similar a la angula, pero ningún parecido en su sabor. Una imitación que ha desencadenado en esta confusión y desconocimiento.
¿Por qué es un producto tan codiciado?
La angula es el único pescado alevín permitido capturar por las leyes de pesca y uno de los productos más apreciados en la alta cocina y deseados en Navidad. No sólo por su exquisito sabor y su difícil captura, sino también por su curiosa forma de nacer y reproducirse, que hace que sean de los animales más excepcionales que existen.
Las anguilas y angulas están envueltas en un halo de misterio porque no se sabe muy bien el porqué de su extraña migración y reproducción. A diferencia del resto de peces, son los únicos que nacen en el mar pero deciden vivir en los ríos y que, curiosamente, siempre acaban volviendo al mar que les vio nacer para poner sus huevas: el mar de los Sagarzos. Un viaje de 8.000 kilómetros desde las islas de las Bermudas, en el que las anguilas cruzan el Atlántico para llegar a los ríos Europeos y pasar el mayor tiempo de su vida, aunque como angula solamente vive 5 escasos meses.