Sincronizar Datos de un servidor a otro con rsync (Linux)

Sincronizar Datos de un servidor a otro con rsync (Linux)
Sincronizar Datos de un servidor a otro con rsync (Linux)

Sincronizar un directorio (carpeta) que elijamos de un servidor principal a otro remoto es muy fácil con rsync.

Vamos a sincronizar un servidor de Servidor 1 a Servidor 2.

1.- Tener acceso ssh al servidor remoto

Para hacer esto simplemente podéis leer esto, donde explico cómo conectarse a un servidor remoto por ssh sin necesidad de usar contraseña.

2.- Uso de rsync (nótese que tenemos acceso root garantizado)

rsync -arz --no-o --no-g --progress --delete /la/ruta/en/vuestros/servidor/origen usuario_destino@Ip_servidor_remoto:"ruta_servidor_remoto a sincronizar"

¡Y ya!

Dance Party Dancing GIF - Find & Share on GIPHY

No es muy complicado, pero si alguien quiere y aunque me sienta ridículo, yo lo explico:

Donde pone usuario_destino pues ponéis el usuario que tiene que copiar los datos en el otro servidor (no el del primero).

Donde pone Ip_servidor_remoto pues venga, a ver qué se os ocurre, porque una receta de croquetas no cabe.

Y queda una que podéis deducirla vosotros mismos.

3.- (Opcional) Creamos comandos

Vim con lo de antes (o nano, como os de más gusto). Le metéis todo lo de antes, grabáis y le dais permisos de ejecución:

chmod 770 /usr/bin/sincroniza

Y cada vez que escribamos sincroniza, pues te sincroniza los dos directtorios entre los dos servidores, ordenadores o lo que queráis.

Hay otras alternativas que explicaré otro día si me aburro mucho.

4.- Conclusión

Es rápido y sobre todo muy efectivo el rsync. Ahora bien, hay métodos mejores que probaré mañana y os dejaré un tutorial sobre cómo sincronizar archivos automáticamente sin que tengáis que poner esto cada vez.

Pues lo dicho: facilito, rápido y hasta podéis escuchar a Britney Spears mientras lo hacéis (es que con Rachmaninov nos podemos perder un poco).

5.- Culturizarse

Como después de tanto esfuerzo es importante relajarse, podéis escuchar a Britney Spears o alguna otra joya a vuestra elección, pero sin pensar mucho, que luego nos calentamos.