No, no es Geroge Washington el que lo quiere si no los que mandan en Washington, ciudad importante, y parece que no se andan por las ramas porque, por fin (y tal vez después de haber visto The Big Short) alguien se ha dado cuenta que los amigos del Deutsche Bank no jugaron del todo limpio (o moralmente correcto o lo que sea) con eso de las hipotecas basura que al final llevó al sistema a donde lo llevo (y de eso nos acordamos todos).
Parece que al final no fueron sólo los de Lehman Brothers y desde el país de las salchichas y el chucrut también ha venido gente a guarrear y a prestar dinero hasta al perro (sin coña, hubi un caso en el que la hipoteca estaba al nombre del perro, en mi caso mi Jack tendría más posibilidades de pagar una hipoteca que yo así que aplaudo la decisión).
Pues nada, a multar en vez de prevenir que a lo mejor igual tal que así no se hacen las cosas y más vale prevenir que curar pero esos 14.000 millones, francamente, ¿a quién le importan ya? Ya es la segunda ‘pillada’ que le hacen al Deutsche Bank que yo haya leído y bueno, a favor de los señores y señoras de Washington tengo que decir que yo tampoco sabría qué diablos hacer con esta gente porque se las inventan de narices y entre todos tienen una imaginación portentosa para hacer un ‘paquete sorpresa’ de acciones en las que te meten de todo y luego te estalla en los morros (o nos estalla a todos, eso sí que ya me deja un poco perplejo).
Pues nada, les tocará pagar aunque ahora me pregunto: ¿y ahora por qué? Me refiero, ya han pasado unos añitos y el Down Jones más o menos ha recuperado los niveles de antaño. No sé muy bien a qué diantres viene esta multa cuando, en realidad, poco ha cambiado en el panorama financiero y en el país del ‘si te pillan la has cag…’ parece que no la has cag… inmediatamente si no a los muchos años. ¿De verdad se han dado cuenta ahora? Me parece que en Washington no tienen mucho que hacer que eso de poner remedios tampoco es su fuerte y sí multar a posteriori por una cosa que sí, estaba y estuvo mal pero que ya no tiene remedio. Ahora hay que crear cosas, dinerito, empleo, hipotecas también sí, pero regular algo (en plan bien, eh, que soy muy liberal) y poner alguna ley que se cumpla en el futuro, no rememorar lo malo que pasó porque ya, insisto, no tiene remedio.
Sean felices y creativos, que igual un día trabajamos en un banco… ¡en Manhattan!