Agencia Bien de amores es una película romántica dirigida por Shirel Peleg y protagonizada por Rosalie Thomass y Laurence Rupp. Está basada en el libro de Elena-Katharina Sohn.
“Agencia Bien de amores” es una divertida comedia que, en el fondo, cuenta lo mismo de siempre: una historia de amor que nace y llena a los personajes de ilusión. Con sus gotas de comedia, con sus gotas de realismo y hasta de amargura, pero un tono general alegre y desenfadado.
¿Lo de siempre? Sí y no, porque “Agencia Bien de amores” tiene un buen guion y los personajes no parecen sacados de un diseño preestablecido. Están bien diseñados y, aunque en el fondo nos vengan a contar la misma historia, están construidos con la suficiente inteligencia y creatividad como para poder decir que esta película tiene un punto original, inteligente y hasta creativo.
A pesar de que, en el fondo, se trate de una comedia romántica sobre la eterna guerra de sexos.
Argumento
A un hombre egoísta y chapado a la antigua le deja su novia porque se lo recomienda una agencia que, dice, resuelve mal de amores. Al frente de esta agencia está una mujer que, también soltera, tiene una hija y sus problemas.
El hombre escribe un artículo destrozando a la agencia y al género femenino en general, por lo que, para recuperar su trabajo, tendrá que ir a un retiro de esta agencia para lograr vencer a los espectros y estereotipos machistas de los años 90.
Sobre la película
La guerra de sexos, otra vez, efectivamente, pero contada de manera inteligente y con diálogos divertidos. Los personajes están bien trazados y están tratados con respeto y hasta sensibilidad. No hay condena ni una lección moral que darnos, tampoco al protagonista y a sus arquetipos pasados de moda. El guion no le justifica ni le juzga, lo plantea como un ser humano y, sin entrar en bondades o maldades, nos lo hace simpático.
Lo mismo sucede con ella: conocemos su historia y su pasado, a la hija que está cuidando en solitario. Otro ser humano que, gracias a un buen guion, parece un ser humano.
Bien dibujados también los secundarios, que tienen mucho que decir en esta terapia colectiva: bien interpretados, con sus líneas de diálogo realistas, hasta brillantes. Todo encaja a nivel de guion en una película que, nacida como una comedia romántica más, logra ir un poco más allá y, gracias al talento de los guionistas y al estupendo libro de Elena-Katharina Sohn, logra llegar al espectador, transmitir y, sin impactar sentimentalmente, divertir, entretener y dejar un muy buen sabor de boca.
Bastante bien en los apartados técnicos, con un buen ritmo a nivel de edición y montaje: sabe llevar los tiempos del relato y que todo encaje.
Nuestra Opinión
No es una película con pretensiones, no es una de esas películas que quieran renovar el género, pero es una película que, respetando las normas, sabe llevarlo un punto más allá y conseguir, gracias a una buena historia, a unm buen guion y a excelentes interpretaciones, una buena película.
Cumple sus expectativas y, en cierto modo, logra superar lo que esperamos, dejando un excelente sabor de boca.