«Código 8 (Parte 2)» es la secuela de «Código 8«. Está protagonizada por Stephen Amell y Robbie Amell. Está dirigida por Jeff Chan y la podéis ver en Netflix.
Hoy nos llega esta segunda parte de una película que, pese a su reducido presupuesto, fue todo un éxito en Netflix. Esta segunda retoma la fórmula de la primera, con un ritmo y estética muy parecidos, aunque con mejores efectos, más presupuesto e idénticos planteamientos.
Menos efectiva en cuanto a la sorpresa de la narrativa distópica que plantea y más efectiva en lo visual, mejorando la primera.
Argumento
En un mundo robotizado, de crímenes y drogas y diferencias sociales, aquellos que han nacido con superpoderes son perseguidos. Ahora los guardianes robóticos han sido cambiados por perros robóticos, casi igual de letales.
La vida de Connor ha cambiado: acaba de salir de la cárcel y quiere volver a empezar, en un centro comunitario y ayudando a los demás. Mientras, la de Garrett apenas ha cambiado, continúa aprovechando la debilidad para sacar beneficio.
Una adolescente ha visto como su hermano muere a mano de uno de los perros robóticos termina en el centro de acogida en el que trabaja Connor, por lo que se ve obligado a volver a pedir ayuda a Garrett.
Es el comienzo de una aventura que, de nuevo, les enfrentará.
Sobre la película
¿Os gustó la primera? “Código 8 (Parte 2)” es muy similar y no traiciona para nada a los fans de la primera entrega, ampliando la historia y ofreciendo una segunda parte entretenida, similar y construida sobre las mismas bases de entretenimiento.
Esta segunda parte es un poco más lúgubre, menos preparada para el público adolescente y con unos personajes más complejos y perfilados, aunque con una historia menos sólida en cuanto a thriller: hay más presupuesto y los efectos se dejan ver más, muchas veces por encima de la historia que plantea.
Como ya sabemos, está protagonizada por dos hermanos, Stephen y Robbie Amell, que interpretan a dos personajes antitéticos y los dos demuestran sus dotes interpretativas. Esta vez, la película da para un mayor lucimiento a nivel de actuación, aunque la protagonista sigue siendo la base distópica y todo gira en torno a las escenas con efectos especiales.
No abusa en este sentido, no es una película apabullante en cuanto al uso del CGI y, a pesar de algunas escenas con claras concesiones al “estilo Matrix”, la película logra mantenerse más fiel a la historia que lanzarse al lado de los efectos.
Nuestra Opinión
Una película que, seguramente, contentará a los fans de la primera: sigue entreteniendo, es una digna continuación y, son que vaya a romper con los esquemas del cine de ciencia ficción, logra con creces sus objetivos.