«El hombre que amaba los platos voladores» es una película argentina protagonizada por Leonardo Sbaraglia. Está dirigida por Diego Lerman.
«El hombre que amaba los platos voladores» es una película extraña y distinta que transita entre el drama, la comedia y preguntas fundamentales planteadas de manera cómica: ¿existe la realidad o es parte de la ficción del lenguaje y del medio?
Una película divertida, inteligente y irónica, muy interesante y atrevida que va mucho más allá de lo que está contando. Buena interpretación de Leonardo Sbaraglia que, como siempre, compone un personaje ambivalente lleno de dudas, excesos y, a la vez, muy real.
«El hombre que amaba los platos voladores» es una película extraña y distinta que dice mucho más con la ironía que con grandes efectos.
Una película que sabe en todo momento interrogar al espectador desde la sonrisa.
Argumento
Un presentador que acaba de tener un ataque recibe un encargo: investigar un caso de los restos de un OVNI que se ha visto en la provincia de Córdoba (Argentina). A partir de ahí, decide llevar el suceso a la televisión nacional, convirtiendo el avistamiento en un espectáculo.
Sobre la película
«El hombre que amaba los platos voladores» es una película llena de inteligencia e ironía en la que nada está claro: ¿se vio el objeto? Poco importa, porque la película nos viene a hablar de otra cosa, convirtiéndose en una metáforoa sobre la verdad y el mundo de los medios de comunicación.
¿Transforma el periodista la realidad a su antojo? ¿Dónde está el límite entre el espectáculo y esta realidad transformada? «El hombre que amaba los platos voladores» juega en torno a estas preguntas y plantea una buena historia en torno a un personaje atormentado del que llegamos a dudar si está loco o cuerdo, de si sus excentricidades son parte del papel de presentador o si la realidad es otra bien distinta.
Loco o no, este presentador decide hacer un espectáculo de todo el hecho, y el espectador, que es partícipe del engaño, empezará a plantearse lo que verdaderamente quiere y pretende la película: plantearse preguntas fundamentales y hasta trascendentes.
«El hombre que amaba los platos voladores» no es una superproducción de Hollywood y juega en este sentido, también con ironía, dando lugar a situaciones divertidas y cómicas.
Nuestra opinión
«El hombre que amaba los platos voladores» tiene una gran virtud: decir muchas cosas de manera irónica y dejar que el espectador decida dónde está la verdad, como el mismo presentador nos dice en sus noticias falsas. Plantea preguntas fundamentales de manera inteligente a la vez que divertida y, al final, deja un buen sabor de boca como película que funciona también como entretenimiento.
Dónde ver «El hombre que amaba los platos voladores»