«El tiempo que nos queda»: Netflix Apuesta por el «Noir» Romántico Filipino con una Historia de Amor Inmortal y Secretos

El tiempo que nos queda
Molly Se-kyung
Molly Se-kyung
Molly Se-kyung es novelista y crítica de cine y televisión. Además, se encarga de las secciones de estilo.

Netflix se prepara para el lanzamiento global de «El tiempo que nos queda», una producción filipina que se adentra en los terrenos del drama, la fantasía y el romance. Lejos de ser una simple historia de amor, la película se presenta como un sofisticado híbrido de géneros, fusionando un idilio que desafía al tiempo con las sombras y el suspense de un thriller noir.

La Trama: Un Amor Atemporal Bajo la Sombra del Peligro

Un Romance Trascendental

«El tiempo que nos queda» late en torno a una premisa de alto concepto: la relación entre un hombre inmortal (Carlo Aquino) y una mujer mortal (Jasmine Curtis-Smith) cuyo amor debe enfrentarse a la inevitable decadencia física de ella. Con el paso de los días, he sido testigo de la muerte de las personas que he amado», revela el núcleo de su tragedia personal. La inmortalidad, en este contexto, es un ciclo infinito de apego y pérdida. La narrativa visualiza su apasionado romance para luego confrontarlo con la cruda realidad del envejecimiento de su amada, a quien promete no abandonar incluso en su lecho de enferma.

La Sombra del «Noir»

Más allá del drama fantástico, la película teje una segunda capa de tensión que la aproxima a las convenciones del cine noir. La sinopsis desvela que un detective a punto de jubilarse investiga una serie de muertes misteriosas que se conectan directamente con el pasado oculto de la pareja. Este elemento de investigación criminal introduce un peligro tangible y eleva las apuestas: su extraordinario secreto está en riesgo de ser expuesto. La historia de amor se transforma así en una lucha por la supervivencia, donde el pasado no es un recuerdo, sino un cazador implacable que amenaza con destruir el presente.

El Dilema Existencial de la Eternidad

En su nivel más profundo, la película utiliza su premisa fantástica para explorar cuestiones universales sobre la condición humana: ¿Tiene valor un amor eterno, cuando la vida también es eterna?. Esta interrogante convierte la inmortalidad en una lente para examinar si el amor deriva su significado y urgencia precisamente de la finitud de la vida. La condición del protagonista funciona como una metáfora del trauma y la memoria, un archivo viviente de dolor que no puede escapar de una historia que regresa para amenazarlo.

El Dúo Protagonista: Prestigio y Profundidad Interpretativa

Carlo Aquino: El Peso de la Experiencia

El rol del amante inmortal recae en Carlo Aquino, una de las figuras más consolidadas del cine filipino. Su carrera, que se extiende desde su aclamado trabajo como actor infantil en clásicos de los 90 como Bata, Bata… Pa’no Ka Ginawa?, ha evolucionado hacia una madurez interpretativa de notable versatilidad. Su participación en dramas históricos de gran escala (Heneral Luna, Goyo: Ang Batang Heneral), éxitos románticos (Exes Baggage) y su actual protagónico en la adaptación filipina de It’s Okay to Not Be Okay demuestran un rango que le permite encarnar con credibilidad el peso de siglos de existencia.

Jasmine Curtis-Smith: La Gravedad del Cine de Autor

Jasmine Curtis-Smith, la protagonista mortal, aporta una sensibilidad artística forjada en el cine independiente y de autor. Su galardonada actuación en Transit (2013) y sus roles en películas de culto como Baka Bukas y el filme de terror In My Mother’s Skin la han establecido como una actriz que busca la complejidad y el desafío artístico. Su presencia en el reparto sugiere que la película buscará un equilibrio entre la emoción del melodrama y una introspección más contenida y realista.

La Visión Creativa: Un Equipo Consolidado

Adolfo Alix Jr.: Un Arquitecto del Realismo Mágico Filipino

La dirección corre a cargo de Adolfo Alix Jr., una de las voces más prolíficas y reconocidas del cine filipino contemporáneo. Su filmografía se caracteriza por una audaz combinación de realismo con elementos fantásticos o de «realismo mágico». Películas como Donsol, que fue la candidata de Filipinas a los Premios de la Academia, o Death March, proyectada en el Festival de Cannes, demuestran su capacidad para abordar temas complejos con un estilo visual distintivo. Alix Jr. es conocido por explorar las enfermedades sociales y la condición humana a través de narrativas que, aunque a menudo sombrías, están profundamente humanizadas. Su experiencia lo convierte en el director ideal para un proyecto que exige equilibrar lo fantástico con lo emocionalmente veraz.

Mixkaela Villalon: La Pluma Detrás del Misterio

El guion fue escrito por Mixkaela Villalon, una escritora cuyo trabajo abarca cuentos, obras de teatro y guiones para televisión y cine. Su obra ha sido reconocida y producida tanto a nivel local como internacional, incluyendo la prestigiosa Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York. Su interés por explorar las complejidades de la sociedad filipina contemporánea, como en su proyecto Beastmode, sugiere una voz autoral capaz de dotar de profundidad y relevancia a la trama de suspense de la película.

Una Sinergia Consolidada: La Colaboración Alix Jr. – Aquino

«El tiempo que nos queda» marca otra colaboración entre el director Adolfo Alix Jr. y el actor Carlo Aquino, cuya relación profesional se ha forjado a lo largo de varios proyectos. Esta familiaridad creativa es un activo invaluable para un rol que demanda una profunda exploración del personaje. Su historial de colaboración incluye películas como Mater Dolorosa (2012), Death March (2013), donde Aquino interpretó a Claudio, Alamat ni China Doll (2013), en la que dio vida a Antonio, y Whistleblower (2016).

Disponibilidad y Estreno

«El tiempo que nos queda» se estrenará a nivel mundial en la plataforma Netflix el 16 de octubre.

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