Martin Scorsese: Retrospectiva del rey del realismo descarnado

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Penelope H. Fritz
Penelope H. Fritz

Martin Scorsese nació en Flushing, Queens, Nueva York, en 1942, de padres italoamericanos. Desde pequeño, Scorsese padeció un asma grave que le impedía salir de casa. Enfermaba con frecuencia y no podía practicar deportes con otros niños. Sin embargo, se sintió atraído por la afición de su familia al cine y se apasionó por las películas desde muy pequeño.

Cuando su familia se trasladó a Little Italy, Scorsese se vio rodeado de los pintorescos personajes y la energía del barrio. Pasaba gran parte de su tiempo libre yendo a ver funciones dobles en cines o asistiendo a obras de teatro. Cuando estaba en octavo curso, Scorsese ya sabía que quería hacer películas. Estaba cautivado por el poder del cine y declaró: «Sentía que podía sostener un espejo ante la vida». Scorsese se convertiría en uno de los directores más aclamados de Estados Unidos y daría forma al panorama del cine moderno.

Martin Scorsese
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Formación y carrera profesional

Martin Scorsese nació en 1942 en Nueva York. Desde muy joven se interesó por el cine e iba con frecuencia a ver películas. Tras graduarse en el instituto, Scorsese asistió a la escuela de cine de la Universidad de Nueva York. Allí realizó sus primeros cortometrajes, entre ellos ¿Qué hace una chica tan guapa como tú en un sitio como éste? (1963) y ¡No eres tú, Murray! (1964).

Las películas de estudiante de Scorsese ya demostraban su buen ojo para los efectos visuales y el montaje. También presentaban temas que seguiría explorando a lo largo de su carrera: la identidad italoamericana, el humor negro, la violencia y la culpa católica. Tras licenciarse en cine por la NYU en 1966, Scorsese comenzó su carrera dirigiendo documentales y películas de explotación. Estos primeros trabajos le permitieron desarrollar sus habilidades mientras buscaba su voz cinematográfica.

Películas revelación en los años 70

En la década de 1970, Martin Scorsese dirigió algunas de sus películas más aclamadas por la crítica e influyentes. Esta década marcó el ascenso de Scorsese a la fama como director de autor conocido por su estilo descarnado y realista.

La película de Scorsese Mean Streets (1973) fue su primer éxito comercial y de crítica. Ambientada en Little Italy, Nueva York, sigue a gángsters de poca monta y sus estilos de vida autodestructivos. Scorsese se basó en sus experiencias de crecimiento en este barrio para crear un mundo auténtico lleno de violencia, culpa y catolicismo. Mean Streets estableció muchas de las señas de identidad de Scorsese, como la narración en off, la música rock y los diálogos improvisados.

La siguiente gran película de Scorsese, Taxi Driver (1976), también mostraba una mirada implacable a los bajos fondos de Nueva York. La película se centra en Travis Bickle, un taxista mentalmente inestable interpretado por Robert De Niro. Bickle cae en la obsesión y la violencia cuando planea asesinar a un candidato presidencial y «rescatar» a una joven prostituta interpretada por Jodie Foster. Scorsese utilizó innovadoras técnicas de cámara para retratar la retorcida perspectiva de Bickle. Taxi Driver le valió a Scorsese la Palma de Oro en Cannes y su primera nominación al Oscar al Mejor Director.

Toro salvaje» (1980), de Scorsese, está considerada una de las mejores películas de todos los tiempos. Narra la turbulenta vida del boxeador de peso medio Jake LaMotta, interpretado por Robert De Niro. Scorsese utilizó la cinematografía en blanco y negro y la violencia gráfica para retratar la fuerza bruta de LaMotta en el cuadrilátero yuxtapuesta a su rabia celosa fuera de él. La película le valió a Scorsese su segunda nominación al Oscar al mejor director y consolidó su reputación de autor intransigente.

Descenso y recuperación en los años 80

Tras el éxito de Taxi Driver, Toro salvaje y otras películas aclamadas en la década de 1970, Scorsese sufrió un bajón en la década de 1980. Sus películas El rey de la comedia y After Hours fueron consideradas fracasos artísticos y comerciales en su estreno inicial. Surgieron críticas que acusaban a Scorsese de repetirse a sí mismo y de ser un derivado de sus anteriores trabajos de mayor éxito.

Sin embargo, Scorsese regresó a lo grande en 1990 con su epopeya de gángsters Goodfellas. Basada en la historia real del ascenso y caída del mafioso Henry Hill, Goodfellas devolvió a Scorsese a la cima de la crítica y el cine. Llena de secuencias espectaculares, como la famosa toma larga que sigue a Hill y a su cita Karen por el club nocturno, la película está considerada una de las obras maestras de Scorsese. Goodfellas consolidó la reputación de Scorsese como gran cineasta estadounidense de todos los tiempos.

Películas de época de los 90

En la década de 1990, Scorsese continuó su serie de películas ambiciosas y aclamadas con obras de época ambientadas en el pasado.

Su película de 1993 La edad de la inocencia, basada en la novela de Edith Wharton, exploraba las rígidas costumbres sociales de la alta sociedad neoyorquina en la década de 1870. La película estaba protagonizada por Daniel Day-Lewis en el papel de Newland Archer, un joven abogado comprometido con la bella May Welland (Winona Ryder), pero que se enamora de su poco convencional prima, la condesa Olenska (Michelle Pfeiffer). La dirección de Scorsese da vida a los elaborados trajes, decorados y modales de la época. La edad de la inocencia le valió una nominación al Oscar al mejor director.

El siguiente gran proyecto de Scorsese fue Kundun (1997), una biografía de los primeros años de vida del 14º Dalai Lama en el Tíbet y su posterior exilio a la India. Con su exuberante fotografía y una partitura de Philip Glass, la película describía poéticamente las tribulaciones del joven Dalai Lama durante la invasión china del Tíbet en la década de 1950. Kundun supuso un giro temporal de Scorsese hacia un terreno más introspectivo en comparación con sus recientes películas policíacas. Aunque no tuvo un gran éxito comercial, representó un ambicioso esfuerzo artístico.

Éxitos de la década de 2000

La década de 2000 marcó un periodo de gran éxito para Scorsese, que por fin logró el codiciado Oscar al Mejor Director que tanto tiempo le había eludido. En 2002 dirigió Gangs of New York, una ambiciosa epopeya histórica protagonizada por Leonardo DiCaprio y Daniel Day-Lewis. Aunque la película recibió críticas dispares, demostró la capacidad de Scorsese para emprender proyectos a gran escala fuera de sus típicos dramas policíacos.

Scorsese ganó finalmente el Oscar al Mejor Director en 2006 por Infiltrados, una nueva versión de la película de Hong Kong Infernal Affairs. Infiltrados se convirtió en un gran éxito de taquilla y crítica, y ganó cuatro Oscar, incluido el de mejor película. El éxito de Infiltrados cimentó el legado de Scorsese como uno de los mejores cineastas vivos. Continuó su buena racha en la década de 2010 con películas más ambiciosas que ampliaron su repertorio.

Proyectos ambiciosos para 2010

En la década de 2010, Scorsese siguió siendo ambicioso y prolífico, dirigiendo varios proyectos pasionales.

Dirigió por primera vez la película de aventuras fantásticas en 3D Hugo (2011). Se trataba de la primera película familiar de Scorsese, centrada en un huérfano que vive en una estación de tren de París en la década de 1930. Hugo demostró la voluntad de Scorsese de seguir innovando y obtuvo el aplauso de la crítica y 11 nominaciones a los Oscar.

La siguiente gran obra de Scorsese fue El lobo de Wall Street (2013), protagonizada por Leonardo DiCaprio. Retrata el lujoso estilo de vida y la corrupción extrema del corredor de bolsa Jordan Belfort. Conocida por su energía cinética y su humor estridente, El lobo de Wall Street se convirtió en una de las películas de mayor éxito comercial de Scorsese. Sin embargo, también desató la polémica por su aparente deleite en los excesos.

En 2019, Scorsese dirigió el épico drama criminal The Irishman, que abarcaba décadas y utilizaba efectos visuales pioneros para envejecer a su reparto. Con un presupuesto superior a los 159 millones de dólares, The Irishman fue una de las películas más ambiciosas de Netflix hasta la fecha. Aunque no consiguió el Oscar a la mejor película, El irlandés consolidó el legado de Scorsese y demostró que aún podía crear una visión amplia en los últimos años de su carrera.

Legado e impacto

Martin Scorsese es uno de los directores más influyentes y respetados de la historia del cine. Su estilo narrativo intenso y descarnado ha inspirado a generaciones de cineastas jóvenes.

Scorsese es conocido por su dominio técnico de las técnicas cinematográficas. La fluidez de su trabajo de cámara, la rapidez del montaje y la riqueza de sus bandas sonoras se han convertido en señas de identidad de su reconocible estilo de dirección. Mostró a los directores más jóvenes cómo técnicas como los fotogramas congelados, la voz en off y la cámara en mano pueden potenciar la fuerza narrativa.

El director también ha dejado una huella indeleble gracias a sus descripciones realistas de la violencia y a su capacidad para desarrollar personajes complejos. Películas como Taxi Driver, Toro salvaje y Buenos muchachos revelaron su talento para dotar de profundidad psicológica incluso a los protagonistas antihéroes. Sus francas descripciones de la violencia se consideraron revolucionarias.

Al abordar temas como el crimen, la culpa, el machismo y la fe, Scorsese creó una filmografía que critica las identidades masculinas y muestra las luchas espirituales de personajes imperfectos. Su temática conectó con directores más jóvenes que también querían explorar el lado oscuro de la naturaleza humana.

En la década de 1990, el renacimiento creativo de Scorsese con películas como La edad de la inocencia demostró su versatilidad. En la década de 2000, siguió inspirando a directores noveles para que asumieran riesgos creativos y contaran historias originales. Su carrera es un modelo para generaciones de cineastas.

La brillantez cinematográfica de Scorsese ha cimentado su lugar entre los más grandes directores estadounidenses. Su visión audaz e intransigente demuestra que el cine es capaz de contar historias de gran calidad, creando un legado duradero.

Estilo y temas de dirección

Martin Scorsese es conocido por sus retratos descarnados, violentos y realistas de la vida urbana, el crimen y la violencia. Contribuyó a dar un nuevo sentido del realismo al cine estadounidense de los años setenta. Sus películas suelen tratar temas como la culpa, la redención, el machismo y los conceptos católicos del bien y el mal.

El estilo visual de Scorsese tiende a ser muy estilizado. Utiliza cortes rápidos, cámara lenta, fotogramas congelados y complejos movimientos de cámara para aportar energía y tensión a sus escenas. Es un maestro de las tomas de seguimiento, a menudo siguiendo a los personajes a través de espacios abarrotados. Su trabajo de cámara ayuda al espectador a sumergirse en el mundo descarnado de sus películas.

La violencia es un elemento recurrente en la obra de Scorsese. A menudo muestra todo el impacto y las consecuencias de la violencia en lugar de desinfectarla. Las escenas son espantosamente brutales, pero también emocionalmente convincentes. La violencia sirve de motor a los personajes y la narrativa de películas como Mean Streets, Taxi Driver, Toro salvaje, Goodfellas, Casino, Gangs of New York y Infiltrados.

La culpa católica y la redención son también temas recurrentes en la obra de Scorsese. Muchos de sus protagonistas buscan la redención. La estricta educación católica de Scorsese en la Pequeña Italia de Nueva York influyó en esta tendencia de su obra. Películas como Mean Streets, Taxi Driver y Toro salvaje muestran a personajes que intentan encontrar la redención moral a través de la violencia o el sufrimiento.

Los protagonistas masculinos de Scorsese suelen hacer gala de machismo y temeridad cuando intentan ganar poder o estatus. Su interés por la masculinidad agresiva se refleja en Toro salvaje, Buenos muchachos, Casino, Pandillas de Nueva York, Infiltrados y El lobo de Wall Street. Los protagonistas aceptan el riesgo y la violencia para demostrar su hombría.

Al ahondar en temas como la culpa, la fe, el machismo y la redención, Scorsese crea personajes psicológicamente complejos que luchan contra sus propios demonios interiores. Su maestría técnica contribuye a que el espectador sienta el poder apasionante de la violencia y la introspección en sus mundos cinematográficos.

Vida personal

Martin Scorsese se ha casado cinco veces. Su primer matrimonio fue con Laraine Marie Brennan de 1965 a 1971. Posteriormente estuvo casado con la escritora Julia Cameron de 1975 a 1977, con la actriz Isabella Rossellini de 1979 a 1982, con la productora Barbara De Fina de 1985 a 1991 y, por último, con Helen Morris desde 1999.

Scorsese tiene tres hijas: Cathy Scorsese con Brennan, Domenica Cameron-Scorsese con Cameron y Francesca Scorsese con De Fina. También tiene una hijastra llamada Helen Morris con su actual esposa.

Además de por su trabajo como director, Scorsese es conocido por su labor de conservación y protección del cine. En 1990 creó The Film Foundation, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación y protección de la historia del cine. A través de la fundación, Scorsese ha ayudado a restaurar más de 900 películas.

Scorsese también ha defendido la libertad artística frente a la censura, especialmente en el cine. Se opuso al sistema de clasificación X, se manifestó en contra de la prohibición de películas y abogó por sistemas de clasificación basados en el contenido y no en la edad. Scorsese pretende defender el arte del cine y los derechos creativos de los cineastas.

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Penelope H. Fritz es una escritora altamente cualificada y profesional, con un talento innato para captar la esencia de las personas a través de sus perfiles y biografías. Sus palabras son elocuentes y perspicaces, pintan una imagen vívida de sus temas y dejan a los lectores cautivados.
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