Fátima, la Película (Fatima) es una película sobre los milagros de Fátima dirigida por Marco Pontecorvo interpretada por Harvey Keitel, Lucia Moniz y Goran Visnjic.
Argumento
En un pequeño pueblo fracnés, tres niños afirman haber contemplado a la Vírgen María. El revuelo es inmediato. ¿Milagro o invención?
La Película. Crítica
¿Saben cuando decimos eso de que no juzgamos las historias pero sí la manera en la que están contadas? Es verdad, pero un poco a medias (casi como los milagers): entramos en cuestiones de guion, si algo es coherente, si las historias tienen estructuras, si son coherentes, tienen personajes… y tratamos de analizar también los aspectos técnicos de la película para ser así un poco objetivos y que os hagáis una idea de lo que podéis ver.
Siempre a nuestro juicio, acertado o no.
Pues ni nos metemos en religión o fe ni en cuestiones metafísicas: Fátima es una buena película por muchas y buenas razones. Tiene guion, está bien construida y no se limita a hacer un frío retrato histórico de lo que allí pasó: se la juega además con las visiones (polémica al canto), tiene buen reparto y técnicamente no está nada mal.
Sabe manejar la cámara este señor, Marco Pontecorvo, y las situaciones están bien narradas.
Evidenemente, la historia da que contar y habrá quién crea y quién no. No nos metemos y casi que tampoco nos importa.
En lo cinematográfico: es una buena película y sabe sacar jugo de los personajes, darles vida en pantalla y cubrir más que con creces esta película que, en otras manos, no habría ido a ningún lado.
Nuestra Opinión
Una buena película. De tema religioso, vale, pero eficienemente narrada y técnicamente, si no arriesgada o maravillosa, sí correcta y hasta notable.
Los Actores
Harvey Keitel
Harvey Keitel es un actor americano conocido por sus papeles en Taxi Driver (1976), de Scorsese; Thelma y Louise (1991); o Pulp Fiction (1994), la genial película de Tarantiono.
Dónde Ver Fátima, La Película
Otras Críticas
Una de las mejores películas en el floreciente género cinematográfico basado en la fe (…) Los valores de producción son de primera categoría, al igual que sus interpretaciones.
Richard Roeper: Chicago Sun-Times