La Guerra de los Rose es una comedia dirigida por Danny DeVito interpretada por Michael Douglas y Kathleen Turner.
La Guerra de los Rose (The War of the Roses) es una peli ochentera de las que… se hacían cuando se hacía buen cine de verdad y cuando a la gente se le dejaba hacer algo más que seguir estúpidamente las estúpidas estipulaciones del gobierno de turno: es tremendamente divertida, alocada… una comedia de verdad.
Y otra que se va a llevar cinco estrellitas del Niño Jesús porque me da, otra vez, la real gana.
Argumento
Los Rose son una pareja ideal y maravillosa: tienen una casa genial, dos hijos geniales hasta… que todo deja de ser genial y empieza el divorcio, una guerra que les llevará más allá de lo convencional.
Crítica: cuando parecía que el ser humano tenía imaginación
Ya, ha llovido y sé que la peli ha envejecido: pero estas pelis sí tenían sangre en las venas y los personajes parecían, sí, seres humanos y no idiotas con patas creados para contentar al departamento de márketing. Aquí tenemos dos personajes de carne y hueso que se comportan como personas, se emborrachan, fuman y les da por pelearse porque (sorpresa, sorpresa) eso es lo que suele pasar cuando la gente se divorcia: que la cosa no es bonita.
Además, si tenemos a un tío que sabe hacer cine y dos actores que (vaya( saben actuar, nos sale una comedia que sí es una comedia y que se ríe de las cosas porque (sorpresa número tres) para eso es una comedia y no para demostrar nada a Papá Noel.
Eran otros tiempos, cuando parecía que se podía ofrecer una buena parodia o hacer un chiste sin ofender a alguna minoría indignada o a algún colectivo que no sabíamos hasta entonces que existía: te reías y punto y cuando ibas al cine a ver una comedia era (vaya día de sorpresas que llevamos) para reírte de ti mismo y así se creaba eso que los griegos llamaban catarsis y vamos… que sienta bien al cuerpo y luego vuelves más feliz de estar en este planeta (de m., ahora, antes estaba bien).
Le pongo cinco estrellas a esta peli porque nos demuestra que nos podemos reir de las desgracias y que, de algún modo, estamos aquí para eso mismo y que ese tiempo que hemos pasado preocupándonos por una pandemia es tiempo perdido y todo ese otro dedicado a preocuparnos por idioteces es tiempo más perdido aún y que hubo un tiempo que era, simplemente, perder un poco el tiempo porque el tiempo, en el fondo, era como ese cigarrillo que guardaba el abogado en el cajón, esperando a ser fumado.
Nuestra Opinión
Otra de mis gamberradas favoritas y otra a la que le doy cinco estrellas porque me da la gana, porque me lo pasé “bomba” y porque nos enseña que hubo un tiempo en el que nos podíamos reír de todo sin miedo a la propia risa.