Un matrimonio mortal en Carolina del Norte
El mundo de los documentales de crímenes reales gana una nueva y convincente, e indudablemente controvertida, entrada con el estreno de ‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’ en Netflix. El documental se sumerge en la desgarradora muerte del viudo irlandés Jason Corbett en su casa de Carolina del Norte, un suceso que destrozó una vida aparentemente idílica y expuso un torbellino de relatos contradictorios. En el centro de la tormenta se encuentran la esposa estadounidense de Corbett, Molly Martens, y su padre, Thomas Martens, un exagente del FBI, quienes afirmaron haber actuado en defensa propia durante un altercado violento.
Al frente de esta profunda investigación están los directores Jessica Burgess, conocida por su trabajo en series como ‘Rich & Shameless’ y ‘American Monster’, y Jenny Popplewell, la aclamada cineasta detrás de los documentales de Netflix ‘American Murder: The Family Next Door’ y ‘Lo que Jennifer Hizo’.
El lanzamiento de este documental presenta nuevas entrevistas con figuras clave, incluyendo a Molly y Thomas Martens tras su reciente liberación de prisión.
El Sueño Americano Convertido en Pesadilla: La Historia de Jason Corbett
La historia de Jason Corbett comenzó con una pérdida profunda y la búsqueda de un nuevo comienzo. De nacionalidad irlandesa, quedó viudo y a cargo de sus dos hijos pequeños, Jack y Sarah, tras la trágica muerte de su primera esposa, Mags Fitzpatrick, en 2006 debido a complicaciones de un ataque de asma. La esperanza apareció en el horizonte cuando conoció a Molly Martens, una mujer estadounidense que contrató como au pair. Su relación floreció, lo que llevó a Corbett a tomar la decisión trascendental de mudarse con sus hijos de Irlanda a Wallburg, Carolina del Norte, para construir una nueva vida con Martens, con quien se casó solo un mes después de la mudanza.
Esta visión de un sueño americano, sin embargo, se convirtió en una pesadilla inimaginable. La noche del 2 de agosto de 2015, Jason Corbett fue encontrado muerto en su casa, brutalmente golpeado con un bate de béisbol de aluminio y un ladrillo de pavimentación de hormigón. Su cráneo estaba fracturado y sufrió numerosas heridas en el brazo, las piernas y el torso. Un investigador, que aparece en el tráiler del documental, describió la escena como «una de las más sangrientas» que jamás había presenciado. Molly Martens y su padre, Thomas Martens, eran los únicos presentes. Thomas Martens hizo una llamada al 911 a las 3 a.m., declarando que había intervenido en una pelea entre Corbett y su hija y que podría haberlo matado. Ambos alegaron inmediatamente defensa propia, afirmando que Jason estaba atacando a Molly y que sus acciones fueron necesarias para salvarle la vida. El marcado contraste entre la promesa de una nueva vida en Estados Unidos para la familia irlandesa y la horrible violencia de la muerte de Corbett cautivó y perturbó inmediatamente a los observadores. La participación de Thomas Martens, con su experiencia como exagente del FBI, añadió otra capa de complejidad e intriga, particularmente en relación con la credibilidad y la naturaleza de las alegaciones de defensa propia, una faceta que se espera que el documental examine de cerca.
Narrativas Contradictorias y la Mirada del Documental
Desde el principio, el caso se definió por narrativas marcadamente opuestas. Molly y Thomas Martens mantuvieron consistentemente que actuaron para proteger a Molly de Jason, a quien describieron como abusivo y, en esa noche fatal, amenazando con matarla. Molly Martens alegó un patrón de abuso físico y verbal por parte de su esposo «con cierta regularidad», mientras que Thomas Martens testificó que descubrió a Jason estrangulando a su hija.
Este relato contrastaba fuertemente con la imagen pintada por los fiscales y la familia de Jason Corbett, quienes lo veían como la víctima de un asalto calculado y vicioso. La pura gravedad de las heridas de Corbett, tan extensas que una autopsia no pudo determinar el número exacto de golpes, y la reportada falta de lesiones significativas en Molly o Thomas Martens, alimentaron las sospechas. Añadiendo otro elemento perturbador, el examen post mortem detectó rastros de Trazodona, un potente sedante, en el torrente sanguíneo de Jason, un medicamento para el cual Molly, no Jason, tenía una receta emitida solo tres días antes de su muerte.
Atrapados en el fuego cruzado estaban los hijos de Jason, Jack y Sarah, entonces de solo 8 y 10 años. Sus declaraciones a los trabajadores sociales describieron inicialmente los problemas de ira de Jason y las dificultades en la relación de la pareja. Sin embargo, más tarde se retractaron de estos relatos, y la hermana de Jason, Tracey Lynch, testificó que Jack le informó que parte de la información dada a los trabajadores sociales estadounidenses era falsa. Posteriormente, los niños sostuvieron que Molly los había coaccionado para que hicieran esas declaraciones iniciales. Esta trágica dimensión del testimonio evolutivo de los niños subraya el profundo trauma y el potencial de manipulación inherente a circunstancias tan devastadoras.
‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’ navega en medio de este laberinto de afirmaciones y contra afirmaciones ofreciendo una rara visión de las perspectivas contradictorias de los más cercanos al caso. El documental presenta entrevistas exclusivas con Molly y Thomas Martens, proporcionando sus relatos después de su liberación de prisión. Estas se yuxtaponen con entrevistas con los hijos de Jason, su hermana Tracey Lynch, así como con investigadores y fiscales involucrados en el caso.
Os lo anticipamos: el documental no rehúye la polémica ni la ambigüedad del caso.

Un Laberinto Legal Retorcido: Juicios, Condenas Anuladas y un Acuerdo de Culpabilidad
El viaje legal de Molly y Thomas Martens fue tan tumultuoso y complejo como las narrativas que rodearon la muerte de Jason Corbett. En enero de 2016, ambos fueron acusados formalmente de asesinato en segundo grado y homicidio voluntario. El juicio subsiguiente en el verano de 2017 culminó con veredictos de culpabilidad por asesinato en segundo grado para Molly y Thomas Martens en agosto de ese año. Cada uno recibió una sentencia de 20 a 25 años de prisión, una decisión que, en ese momento, pareció aportar una resolución definitiva al caso.
Sin embargo, esto estuvo lejos de ser el final. En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Tribunal de Apelaciones de Carolina del Norte anuló sus condenas en febrero de 2020 por una votación de 2 a 1, otorgándoles un nuevo juicio. El tribunal de apelaciones citó errores significativos en el juicio original, incluida la exclusión de «pruebas críticas» que podrían haber respaldado la defensa, y determinó que al jurado «se le negaron pruebas críticas y se le incapacitó para desempeñar su función constitucional». Esto hizo eco de problemas vistos en otros casos complejos donde las instrucciones del jurado o la admisibilidad de las pruebas afectaron significativamente los resultados.
En lugar de enfrentar las incertidumbres de un nuevo juicio, Molly Martens no refutó los cargos y Thomas Martens se declaró culpable del cargo menor de homicidio voluntario en octubre de 2023. Recibieron nuevas sentencias que les acreditaron el tiempo ya cumplido. Posteriormente, tanto Molly como Thomas Martens fueron liberados de prisión en junio de 2024, un acontecimiento que hace que el lanzamiento de ‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’ sea excepcionalmente oportuno.
Añadiendo otra capa de intriga, durante la audiencia de sentencia de los Martens en 2023 por el acuerdo de culpabilidad, un experto de la defensa, un ex médico forense jefe de Kentucky, planteó dudas sobre la muerte en 2006 de la primera esposa de Jason, Mags Fitzpatrick. Este experto testificó que era posible que la muerte de Fitzpatrick fuera un homicidio, criticando el informe original de la autopsia irlandesa al afirmar: «Aquí no hay pruebas de la causa de la muerte». Si bien potencialmente era una táctica de defensa para sembrar dudas o sugerir un patrón de desgracias en torno a Jason, esta afirmación introdujo otra pregunta perturbadora en un caso ya complicado. Toda la saga legal, desde la condena hasta la apelación y el acuerdo de culpabilidad, subraya el camino a menudo imperfecto y sinuoso del sistema de justicia. Una condena anulada no equivale automáticamente a la inocencia del acto en sí, ni una declaración de culpabilidad por un cargo menor resuelve definitivamente la cuestión subyacente de la intención. El documental tiene una rica oportunidad para explorar estos matices, examinando por qué las condenas iniciales se consideraron defectuosas y qué implica esto para la búsqueda de justicia en este caso profundamente inquietante.
Los Narradores: Los Directores Popplewell y Burgess y su Linaje en el Crimen Real
La dirección narrativa de ‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’ recae en Jenny Popplewell y Jessica Burgess, cineastas con notable experiencia en el género del crimen real. Jenny Popplewell, en particular, llega a este proyecto con un importante historial de éxitos en Netflix. Su documental de 2020, ‘American Murder: The Family Next Door’, que narraba los asesinatos de la familia Watts, fue un momento decisivo en la narración de crímenes reales. Cautivó a una enorme audiencia, con Netflix informando que 52 millones de hogares lo vieron en su primer mes, y obtuvo elogios de la crítica, incluida una nominación al BAFTA. La película fue elogiada por su uso innovador e inquietante de material de archivo (publicaciones en redes sociales, grabaciones policiales, mensajes de texto y videos caseros) para reconstruir los trágicos eventos.
Popplewell siguió esto con ‘Lo que Jennifer Hizo’ en 2024, otro éxito de Netflix que exploró el escalofriante caso de Jennifer Pan, quien orquestó el asesinato de sus padres. Este documental profundizó en las complejas motivaciones psicológicas de Pan, una vida construida sobre el engaño y las devastadoras consecuencias de sus acciones, utilizando nuevamente desgarradores mensajes de texto y entrevistas policiales para contar la historia. El trabajo de Popplewell demuestra un claro enfoque en los fundamentos psicológicos de crímenes horrendos, un enfoque meticuloso de la evidencia (especialmente las comunicaciones digitales) y una poderosa capacidad para tejer narrativas convincentes y centradas en el ser humano a partir de circunstancias trágicas, a menudo desenterrando las vidas ocultas y los engaños dentro de las familias.
La codirectora Jessica Burgess aporta su propio conjunto de experiencias al proyecto, habiendo dirigido episodios para series de crímenes reales como ‘Rich & Shameless’ y ‘American Monster’. Estas series a menudo abordan casos sensacionales y son conocidas por su narración impulsada por los personajes.
VI. Qué Esperar: Revelando Capas en ‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’
El documental presenta extensas entrevistas no solo con Molly Martens y su padre, Thomas, ofreciendo sus narrativas ahora como individuos libres, sino también con los hijos de Jason Corbett, quienes fueron testigos directos de las secuelas y cuyas vidas cambiaron irrevocablemente, y la hermana de Jason, Tracey Lynch, quien ha sido una firme defensora de su hermano.
Enriqueciendo aún más la exploración, la película incluye ideas de investigadores y fiscales que estuvieron íntimamente involucrados en la investigación original del asesinato de 2015 y el posterior juicio penal.
Un Caso Complejo Revisado con Nuevo Escrutinio
El lanzamiento de ‘Un matrimonio mortal en Carolina del Norte’ es innegablemente oportuno. Con Molly y Thomas Martens habiendo sido liberados recientemente de prisión en junio de 2024, y con tantas preguntas sobre la muerte de Jason Corbett aún debatidas ferozmente, el documental entra en un espacio propicio para la reexaminación.
Y, como siempre sucede en estos casos, el documental está preparado para aprovechar directamente la fascinación perdurable del público por las historias de crímenes reales que profundizan más allá del «quién» y el «cómo» para explorar el «por qué», particularmente cuando esas razones están sumidas en la complejidad psicológica y los resultados legales controvertidos.
Dónde ver «Un matrimonio mortal en Carolina del Norte»