«Dying for Sex» es una serie que cuenta con una estupenda actriz al frente del reparto, Michelle Williams, y con un planteamiento sorprendente: una mujer diagnosticada de cáncer terminal abraza la vida y el comienzo de todo: el sexo y el deseo, carnal en este caso.
Sí, Disney+ ha cambiado mucho desde que adquiriese la cadena de televisión hulu hará unos años, y ahora podemos ver entre sus propuestas de streaming una programación variada que incluye series como ésta: una propuesta para un público adulto con una profundidad casi poética que mezcla drama y comedia en un argumento que pocos se atreverían a plantear.
Y sí, está basado en una historia real.
La trama
La historia de «Morir por sexo» gira en torno a Molly Kochan, a quien da vida la aclamada actriz Michelle Williams. Tras un diagnóstico de cáncer de mama metastásico en estadio IV, Molly toma la importante decisión de abandonar su matrimonio de 15 años con Steve, interpretado por Jay Duplass. Este momento crucial marca el inicio del viaje de exploración sexual de Molly, un camino que emprende con el apoyo inquebrantable de su mejor amiga, Nikki Boyer, interpretada por Jenny Slate. La serie, adaptación del podcast co-creado por la propia Molly Kochan y Nikki Boyer , presenta una historia que no trata simplemente de satisfacer los deseos sexuales, sino de recuperar la autonomía y abrazar la vida con nuevo vigor ante una enfermedad terminal. Esta exploración se convierte en un medio para que Molly se sienta realmente viva y comprenda sus propios deseos de una forma que no había experimentado antes.
El reparto de la serie
El reparto de «Morir por sexo» cuenta con un conjunto de actores de talento que aportan profundidad y autenticidad a esta historia única. Michelle Williams, conocida por sus poderosas interpretaciones dramáticas, encarna la vulnerabilidad y determinación de Molly. Jenny Slate, reconocida por su talento para la comedia, interpreta a Nikki con una mezcla de humor y apoyo sincero, reflejando el genuino vínculo entre las dos amigas. Jay Duplass interpreta a Steve, el emocionalmente reservado marido de Molly , mientras que Rob Delaney aparece como el vecino Guy. David Rasche interpreta al Dr. Pankowitz, el oncólogo de Molly, un personaje que evoluciona a lo largo de su viaje. La serie también cuenta con Kelvin Yu como Noah , Esco Jouley como Sonya , y Margaret Cho en un papel secundario.
Los creadores
La visión creativa de «Dying for Sex» parte de las mentes de Elizabeth Meriwether y Kim Rosenstock, creadoras y guionistas de la miniserie. Meriwether, conocida por su trabajo en la serie de comedia «New Girl», aporta a este proyecto su experiencia en combinar el humor con historias humanas. Rosenstock también tiene experiencia en producción y escritura televisiva. Shannon Murphy y Chris Teague comparten la dirección de esta serie de ocho episodios. Cabe destacar que Nikki Boyer, cocreadora del podcast original y amiga íntima de Molly Kochan, es productora ejecutiva de la serie, lo que garantiza un nivel de autenticidad y respeto por la historia de Molly.
Sobre la serie
El tema no es nuevo: ir al último momento de la vida, cuando todo se acaba, para apreciar la belleza de la propia vida. Se ha hecho en infinidad de películas y series, y la fórmula funciona. También se ha intentado un acercamiento a la muerte desde el punto de vista cómico, pero ahora sus creadores nos llevan un punto más allá, al lado del sexo y de las experiencias románticas.
Que nadie espere una historia erótica o una serie subida de tono. Nada más lejos, porque «Dying for Sex» mantiene en todo momento el equilibrio entre comedia y drama, sobre todo gracias a las interpretaciones de sus dos actrices principales, que forman un dúo que funciona muy bien en pantalla, con química.
Sólo por ver a Michelle Williams en pantalla, la serie merece sin duda la pena: sabe dar el equlibrio y la madurez que el papel requieren, haciendo un retrato de Molly, una mujer cándida y encantadora a la vez que transmite ese amor por la vida que es, en definitiva, el origen de la serie.
Tampoco es una serie que rehúya la polémica, y en «Dying for Sex» vemos algunas críticas al sistema sanitario y al trato de los pacientes, pero eso tendrán que descubrirlo en los ocho apasionantes capítulos de esta serie que, al menos en cuanto a interpretaciones, resulta genuina y encantadora.
Otros aspectos positivos de la serie son el ritmo y el apartado fotográfico. Una serie muy cuidada en su aspecto visual y con una estética fluida a la vez que moderna.
En definitiva, si sois de esos espectadores que disfrutáis de las series dramáticas mezcladas con comedia de amistad y romance, «Dying for Sex» parece el argumento perfecto para quedarse este fin de semana en compañía de Disney+ o hulu.
Que la disfrutéis.
Dónde ver «Dying for Sex»